Editorial

Editorial: Sin confianza y diálogo, la democracia enferma

La reconsideración de la decisión del presidente de no asistir a la reunión sobre seguridad ciudadana en la Asamblea fue motivo de fugaz alegría

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Los costarricenses nos hemos acostumbrado a vivir en democracia, a considerarla una parte inherente de nuestra existencia cotidiana, como si la hubiéramos tenido siempre, como si la fuéramos a tener por siempre. La posibilidad de que nos pueda faltar, que se pueda empañar, incluso que se pueda romper, no es para nosotros real.








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