Editorial

Editorial: La ofensiva imperial rusa

Moscú pretende imponer su voluntad a otros países y debilitar la alianza occidental. Sus amenazas y pretensiones de controlar la soberanía de otros deben rechazarse con firmeza

EscucharEscuchar

Lo que comenzó hacia finales de noviembre como una amenaza de posible invasión rusa contra Ucrania ha evolucionado con provocadora rapidez hacia algo de mayores consecuencias posibles: un conjunto de exigencias de Moscú que pretenden replantear el arreglo de seguridad europeo rediseñado tras el fin de la Unión Soviética y limitar la capacidad soberana de un conjunto de Estados para definir sus alianzas. Se trata de un peligroso intento por revivir sueños imperiales totalmente incompatibles con el derecho internacional. Por ello, deben ser rechazados por Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con una bien calibrada mezcla de firmeza y prudencia.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.