Editorial

Editorial: Concesión de obras públicas existentes

La concesión de activos existentes, por ejemplo, plantas eléctricas, es una salida no solo posible, sino deseable. No debemos seguir amarrados a la vieja ideología del Estado empresario que, además, se aferra a operar de manera casi monopolística, cualquiera que sea el costo.

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La figura de concesión de obra pública, regulada por la Ley 7762, permite la concesión no solo de obras nuevas —carreteras, puertos, aeropuertos, plantas eléctricas— sino también de activos existentes. Esa última figura se denomina, internacionalmente, M&O (mantenimiento y operación) y constituye un mecanismo muy adecuado para atraer recursos frescos en momentos de déficit y endeudamiento público. Es una lástima la falta de atención prestada a esa posibilidad que, entre otros, analizó y recomendó Ricardo Hausmann, profesor de la Universidad de Harvard, en un artículo publicado en este medio (“El concierto de las APP”, La Nación, 1/5/2018).








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