En días pasados, la periodista Ángela Ávalos publicó en La Nación la historia de 21 niños que se pusieron a dibujar a los jugadores de la Selección de Costa Rica debido a la falta de dinero para comprar las postalitas del álbum Panini de Catar 2022.
Resulta que la Escuela Rafael Moya, ubicada en Heredia, recibió una donación del Ministerio de Educación Pública (MEP) de álbumes del Mundial como parte de una campaña contra el bullying, pero el obsequio no incluía suficientes tarjetas de los futbolistas.
La maestra Laura Víquez propuso a los pequeños pintar a sus ídolos en unos pequeños cuadros de cartulina que les entregó. Y, así, de los trazos de los pequeños aparecieron Keylor Navas, Celso Borges, Joel Campbell, Bryan Oviedo, Kendall Waston y todos los demás.
Pero la historia no quedó allí. Llegó a oídos de personas solidarias, como la niña Alma Birkel Jiménez, de 10 años, que promovieron iniciativas entre compañeros, familiares, profesores y redes sociales para buscar una solución.
Fue así como el lunes 7 de noviembre, en medio de una mañana pasada por agua, una lluvia de solidaridad cayó sobre la escuela de estos alumnos, quienes no cabían de la alegría al recibir un buen lote de postalitas.
Esta iniciativa no solo evidencia la sensibilidad y el espíritu de servicio que tienen muchas personas en nuestro país, sino también el enorme potencial que tienen las herramientas tecnológicas para hacer el bien y promover valores positivos.
De ello pueden dar testimonio los alumnos del kínder de San Juan de Dios de Desamparados, quienes gracias a un pedido de ayuda enviado por su maestra en Twitter pudieron cambiar sus zapatos rotos y gastados por calzado nuevo.
También 42 estudiantes de la Escuela Pocosol, en el caserío El Campo, en San Carlos, recibieron botas y capas nuevas, gracias a los ojos generosos que observaron en Facebook las fotos de tres de ellos caminando descalzos sobre el barro para ir a clases.
En medio de tantos troles, videos frívolos y comentarios tóxicos, resulta refrescante comprobar que las redes sociales también pueden servir como un canal para transmitir los más nobles sentimientos del ser humano y promover las buenas causas.