Debemos ser rigurosos antes de considerar “histórico” (o su femenino) algún acontecimiento. He realizado la tarea sobre las elecciones municipales de pasado mañana, y no me queda duda de que lo merecen. Acudo a varias razones para afirmarlo.
En ellas se aplicarán dos reformas fundamentales: el límite a la reelección indefinida de alcaldes y el mandato de paridad horizontal de género en los puestos de elección. Pero hay más. Por la cantidad de cantones (84), partidos (161) y candidaturas (6.212), este será el proceso electoral más complejo en nuestra historia. Además, en él se pondrá en práctica un plan piloto de voto electrónico, y Monteverde y Puerto Jiménez, con sus flamantes cantonatos, elegirán por primera vez a sus autoridades.
El límite de un solo período de reelección consecutiva para alcaldes, alcaldesas y sus vices, aprobado en el 2022, dejó por fuera a 47 que acumulaban ocho años o más. Como consecuencia, se renovaron y rejuvenecieron candidaturas y propuestas. Las nuevas lo harán mejor o peor, pero la certeza es que se han roto —o, al menos, debilitado— oligarquías políticas locales para nada convenientes.
La paridad horizontal es producto de una lúcida interpretación de la Sala Constitucional, aplicada por el TSE. Según ella, los partidos que presenten candidaturas en más de un cantón deben alternar por género a quienes encabecen sus papeletas. El cambio condujo a que, de las postulaciones a alcaldías, el 43 % sean mujeres (242 frente a 319 hombres), un salto cuántico hacia la igualdad. Su trascendencia no solo es política, sino también social y cultural.
La proliferación extrema de partidos o cantones no necesariamente es buena. La fragmentación puede complicar la gobernabilidad. Sin embargo, son realidades duras. El voto electrónico, si el plan piloto resulta exitoso, tanto en facilidad como en seguridad, podría extenderse pronto a las elecciones nacionales y agilizar los conteos. Cada uno de estos factores tiene importancia intrínseca, en particular los límites a la reelección y la paridad horizontal. Mejoran y profundizan la democracia. Pero su convergencia en un día justifica el calificativo de históricas para estas elecciones.
Lección clave: nuestra democracia tiene mecanismos de evolución y adaptación. Lo importante es activarlos con responsabilidad.
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