A los que somos graduados de la Universidad de Costa Rica, la UCR, nos gusta rajar del prestigio que esta goza, por la calidad de la educación y de la investigación, al menos en la mayoría de sus facultades.
Recuerdo que, cuando inicié mis estudios de posgrado en Economía en una universidad en Estados Unidos, sentí que la preparación adquirida en la UCR era superior a la de la mayoría de mis compañeros.
Contar con universidades que aporten enseñanza e investigación de buena calidad es fundamental para el país. No solo ayuda a crear una gran masa crítica, con mayor capacidad para el análisis, sino que también contribuye a la discusión y solución de los problemas nacionales a través de sus investigaciones.
Por eso, me entristeció mucho leer en estos días un reportaje del Semanario Universidad relacionado con la supuesta riqueza de tres empresarios nacionales. Tanto el “estudio preliminar” del Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR como el reportaje contenían conclusiones sacadas de un análisis repleto de errores conceptuales, datos falsos y prejuicios.
Este tipo de “estudios”, en lugar de ayudar al avance hacia la verdadera solución de los problemas nacionales, lo bloquean.
El mismo Semanario publicó esta semana otro reportaje, refiriéndose a un estudio del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE), también de la UCR.
Basados en un modelo econométrico conceptualmente sólido, desarrollado hace varios años por el IICE, los investigadores analizan el posible impacto de los cambios en el sistema impositivo sobre el ingreso de las personas, la demanda agregada y la recaudación de impuestos para el gobierno.
Del modelo deducen, por ejemplo, que una reducción del IVA del 13 % al 11 %, una modificación de los bienes y servicios incluidos en la canasta básica exonerada y la eliminación de algunas otras exoneraciones del IVA —para artículos que compran los de mayores ingresos— generaría un aumento en la recaudación de impuestos del 0,17 % del PIB, sin afectar a las familias de menos ingresos.
Si se sube la tasa del impuesto sobre la renta a los estratos más altos, la recaudación aumentaría en 0,25 % del PIB.
Independientemente de si uno está de acuerdo con la propuesta del IICE o no, está claro que este tipo de aportes sí enriquecen la discusión sobre las posibles soluciones a los problemas socioeconómicos del país.
El autor es economista.