Una vigorosa pluma que se observó este lunes por la mañana sobre el volcán Poás no correspondió a una erupción, sino a un proceso de desgasificación normal, aclaró Geoffrey Avard, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) de la Universidad Nacional.
El incidente se vio desde distintos puntos del Valle Central con la claridad del amanecer en la forma de una columna blanca alzándose desde el cráter; figura que vio favorecida su verticalidad dada la escasez de viento a inicio de este día.
“Se trató de una desgasificación intensa, no de una erupción. El gas principal que emite el volcán es vapor de agua y, debido a que en horas de la mañana había poco viento y la atmósfera estaba saturada de humedad, se generó una pluma vigorosa”, explicó Avard.
El especialista añadió que hacia las 6 a. m., con el calentamiento solar, la atmósfera empezó a adquirir mayor capacidad para absorber el vapor de agua, lo que provocó que la pluma empezara a disiparse. Además, el aumento del viento ayudó a dispersarla.
Avard destacó que este comportamiento es normal en el volcán, el cual mantiene una desgasificación constante, con emisiones de aproximadamente 400 toneladas diarias de dióxido de azufre, lo cual es valor alto para este volcán.

Desde abril, el Observatorio informó que el volcán Poás redujo su nivel de actividad, tras varios días de erupciones y comportamiento intenso que han sido vigilados por este ente.
El propio Avard indicó entonces que el volcán presentó un aumento en la actividad sismoacústica durante el 19 de abril, la cual cesó alrededor de las 8 p. m. El domingo, la actividad bajó de amplitud, aunque persistían pulsos frecuentes, según detalló el especialista.
Avard añadió que, durante aquel sábado, se observó que el volcán continuaba con una emisión sostenida de ceniza, la cual se desplaza de forma constante hacia el suroeste del país.
