Los puntarenenses celebraron con gran fervor y devoción el 110 aniversario de la Virgen del Mar, en memoria del milagroso rescate de valientes pescadores que sobrevivieron al naufragio de su embarcación en las aguas del golfo de Nicoya.
La emotiva conmemoración tuvo lugar en esta pintoresca localidad costera, donde los porteños rindieron homenaje a la fe que los salvó en aquel fatídico día. También es una ocasión propicia para que los pescadores y sus familias soliciten protección divina para otro año de trabajo en el mar.
El acontecimiento ocurrió hace 110 años, cuando un grupo de marineros quedó atrapado en medio de una despiadada tormenta que hizo zozobrar su barco, dejándolos a merced del mar agitado.
En medio de la desesperación y la incertidumbre, los humildes pescadores aseguraron haber recibido la visita milagrosa de una misteriosa mujer que les brindó fortaleza y alimentos para sobrevivir en medio de esa adversidad. Posteriormente, esta mujer fue identificada como la Virgen del Carmen.
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La mañana de este domingo, tras la misa de las 10 a. m. en la catedral de Puntarenas, se llevó a cabo una procesión de barcos, lanchas y yates que partió del estero, en el muelle de Incopesca, y recorrió la costa en dirección a la punta del faro, finalizando en el Muelle de Cruceros.
El espectáculo atrajo a cientos de turistas y devotos que se acercaron a lo largo del conocido paseo de los turistas para presenciar este inusual desfile marítimo y también para disfrutar de las fiestas en honor a la Virgen del Carmen.
El barco “El Rey” se destacó como el protagonista indiscutible de la celebración, ya que tuvo el honor de llevar a la Virgen del Carmen. Durante todo el recorrido, esta embarcación fue acompañada por otras.
La imagen de la Virgen del Carmen, considerada la protectora de los navegantes y patrona de los pescadores, recibió devoción de parte de los presentes, quienes expresaron su gratitud por el milagro ocurrido hace más de un siglo.
Con esta tradicional celebración, Puntarenas renueva su compromiso de mantener viva la memoria del milagroso rescate y la fe en la protección de la Virgen del Mar, reafirmando así su identidad como una comunidad unida por la devoción y la esperanza.