
La aprobación de una ley que otorga una pensión vitalicia a quienes padezcan mielomeningocele o autismo, y estén en situación de pobreza, aliviarálos gastos en que deben incurren estas personas por su enfermedad.
Este sería el caso de Miriam Solano, quien, luego del nacimiento de su hija Jackeline, tuvo que dejar de trabajar.
La razón de ello es que Jackeline, quien hoy tiene 30 años, nació con la malformación congénita más severa de espina bífida, conocida como mielomeningocele.
“Me cuesta caminar y uso muletas para los trayectos largos. Tengo que orinar con la ayuda de una sonda y uso pañales”, contó Jackeline Coto, a quien le gusta hacer manualidades en camba y fieltro.
El mayor gasto en el que incurre esta familia, debido a la enfermedad, es en la compra de pañales.
Muchos padres han tenido que renunciar también a su empleo para cuidar a sus hijos con esta u otras enfermedades, con lo cual sus ingresos han disminuido.
El requisito para recibir la ayuda es hallarse en estado de abandono, o bien que sus familias vivan en condición de pobreza o de pobreza extrema.
La iniciativa legislativa reformó los artículos 1 y 2 de la “Ley de pensión vitalicia para personas que padecen parálisis cerebral profunda”. Este grupo seguirá recibiendo la ayuda, pero el plan abre también la posibilidad de que accedan a ese beneficio quienes que sufran alguna enfermedad con padecimientos neurológicos similares.
La iniciativa, impulsada por el diputado independiente José Manuel Echandi, fue aprobada el 29 de julio por la Comisión Plena Segunda del Congreso.
Pensión. El monto que recibirán los beneficiarios equivale al salario mínimo mensual fijado por el Poder Ejecutivo.
Actualmente, las personas con parálisis cerebral profunda reciben ¢176.616 mensuales, dinero que proviene del régimen no contributivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Los nuevos beneficiarios también captarían los fondos de ese régimen, y aquellos que deseen obtener la pensión deberán cumplir los requisitos.
La Clínica de Espina Bífida del Hospital de Niños atiende a 350 menores por mielomeningocele.
Según afirmó su directora, Ana Laura Jiménez, 200 de ellos podrían aspirar a la pensión.
Alivio para familias. Echandi comentó que esta ayuda aliviará la carga de las familias que presenten estas condiciones.
Las personas con el síndrome de autismo, de escasos recursos económicos, también gozarán de la asignación.
Marco Antonio Cruz, presidente de la Asociación Costarricense de Padres y Amigos de Personas con Autismo (Ascopa), se mostró complacido con la ratificación del proyecto.
Narró el caso de una mujer que lleva a su hijo a tratamiento y, mientras lo atienden, busca en qué ocuparse para conseguir el dinero de los pasajes y poder regresar a su casa.
“Una pensión de estas le ayudaría a tener una vida mejor”, expresó Cruz.
Según datos de Ascopa, 2.500 personas han sido diagnosticadas con autismo en el país. Entre 200 y 300 podrían recibir la ayuda, dijo.