
El escudo real que ostenta la ciudad de Cartago, conferido por el rey Felipe II de España, el 17 de agosto de 1565, había sido objeto de muchas interpretaciones libres por parte de artistas que lo reprodujeron.
Eso hizo que la misma Municipalidad de Cartago tuviera dos versiones, uno en su papelería oficial y otro en su salón de sesiones, por lo que los concejales se dieron a la tarea de formar un grupo de historiadores que determinara la exactitud de aquella decisión monárquica, la que, junto con el escudo, acuñó la frase histórica de la "muy noble y leal ciudad de Cartago".
De aquel estudio, informó la secretaria municipal, Ligia Solano, emergió la reproducción más fidedigna, la cual por iniciativa del presidente del ayuntamiento, Leonel Campos, ahora --casi 431 años después-- se incorporó en el centro de la bandera, también colonial, de Cartago de colores rojo y azul.
El acuerdo del ayuntamiento también contempla que, a partir de este momento, en todo acto oficial en la Vieja Metrópoli o donde participen representantes del cantón se debe izar este emblema.
La heráldica (que se dedica a explicar y describir los escudos de armas de cada linaje o ciudad) refiere el de Cartago así: "Es un escudo partido en dos: en la parte alta hay un león rampante puesto en salto, en campo colorado, con una corona en la cabeza y con tres barras de sangre, y en la otra parte, abajo, hay un castillo de oro en campo azul. Por orla, el blasón posee seis águilas negras en campo de plata, y por divisa, una corona grande de oro con un letrero que dice "Fide et pace" (fe y paz).
Así que la vieja capital con 433 años de historia, cuna de la idiosincrasia nacional, testigo y protagonista de vitales momentos del quehacer patrio, rescató su génesis heráldica que lucirá imponente en los próximos días frente al palacio municipal.