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El Ministerio de Relaciones Exteriores decidió despedir al diplomático Eduardo Salgado Retana por presuntas irregularidades en la atención de solicitudes de visa en la sede consular en Bogotá, donde fue cónsul general hasta setiembre.
El canciller, Bruno Stagno, firmó ya las conclusiones de un informe que se abrió tras la denuncia interpuesta por la diplomática Andrea Arroyo Mora, quien fue vicecónsul en Bogotá mientras Salgado era entonces su superior.
Se intentó obtener este lunes y martes una copia del expediente, pero la Cancillería está cerrada por vacaciones y el ministro Bruno Stagno decidió interrumpir la llamada telefónica que se le hizo anteayer al celular, a las 11:16 a. m.
Las conclusiones del informe las confirmó el abogado del excónsul, Víctor Hugo Mora Casasola, quien estimó que no hubo pruebas de falta alguna y que la sanción, en todo caso, es “desproporcionada”.
Por eso, aseguró que llevará el caso a la Sala Constitucional y a tribunales de justicia, pues “en el proceso administrativo no se logra fundamentar un quebranto al contrato de trabajo”.
Las presuntas irregularidades consisten en la dispensa de trámites para el otorgamiento de visas cuando los solicitantes provenían de empresas como Pozuelo, Metalco u otras firmas de capital colombiano, explicó el abogado Mora.
El representante local aseguró que las facilidades otorgadas a representantes corporativos eran una prática acostumbrada en Bogotá y se incluyen dentro del margen discrecional que le corresponde a todo cónsul al tramitar la visa.
“La decisión se toma sobre un estudio en el cual no se precisan fechas, lugares ni personas de las supuestas faltas. Se basaron en la denuncia de Arroyo y en informes imprecisos”, agregó el abogado.
Dinero. A Salgado también se le atribuyen incorrectos manejos de dinero originados en el diferencial cambiario al vender timbres consulares en Bogotá, manejos que su abogado consideró legítimos.
Esta investigación se desarrolló tras la denuncia interpuesta por Arroyo Mora, a quien ayer resultó imposible localizar. A ella también la indagó la Cancillería para determinar si cometió irregularidades al otorgar visas, pues es nuera del colombiano José Cayetano Melo Padilla, sospechoso de negocios ilícitos en su país y aquí.
Al empresario Melo Padilla las autoridades estadounidenses lo vincularon en agosto con actividades del narcotráfico en su país. “Brinda asistencia al narcotráfico y actúa bajo las órdenes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)”, reportaron hace cinco meses.
Melo había obtenido la visa costarricense por recomendación del entonces embajador costarricense con Colombia, Melvin Sáenz.
En Bogotá ya no están Sáenz (embajador actual en España), Salgado ni Arroyo, quien desempeña funciones en el Servicio Interno.
La sede consular en Bogotá está ahora a cargo de Ricardo Otárola, exjefe de despacho del vicecanciller Édgar Ugalde, y de Antonio Alarcón, hombre de confianza del canciller Stagno.
