Pasar de lejos por la estación de pesaje sin ninguna consecuencia será cosa del pasado para los miles de furgones y camiones que transitan a diario por la rutas a Limón y la Interamericana Norte.
Los puestos de control de carga ubicados en Búfalo de Liverpool y Cañas, Guanacaste, contarán desde este 25 de enero con “ojos electrónicos”, los cuales vigilarán que todos los vehículos de carga se sometan a la báscula tal y como exige la ley de tránsito.
En Búfalo, por donde pasan unos 1.500 carros de carga al día, habrá control en ambos sentidos; en Cañas solo hacia San José.
Esto será posible mediante un contrato establecido entre el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y Radiográfica Costarricense (Racsa), la cual instalará un sistema de vigilancia mediante cámaras y un software para digitalizar el proceso. Cada estación estará enlazada a las bases de datos del Registro Nacional, al Departamento de Pesos y Dimensiones del Conavi y al Consejo de Seguridad Vial (Cosevi).
Con este mecanismo, se facilitará la identificación y posterior confección del parte al vehículo que incumpla con someterse a la balanza o sobrepase el peso máximo exigido por la legislación.
Los partes se realizarán con la información emitida desde el puesto de pesaje, la cual se enviará a los teléfonos celulares de los oficiales de Tránsito ubicados en carretera o al Cosevi.
La nueva ley de tránsito establece una multa de ¢47.000 por irrespetar la señalización horizontal que advierte el control de pesaje y ¢94.000 si el vehículo sobrepasa el límite de peso.
Hoy no existe un mecanismo para obligar a los conductores a someterse a la báscula, lo cual facilita evadir las supervisiones.
“Este no es un servicio que busque generar plata vía multas; pretende controlar el peso. Si controlás el peso, la carretera va a tener una vida útil mayor”, manifestó Henry Fuentes, encargado de Proyectos de Radiográfica.
El contrato, explicó, ofrece una herramienta tecnológica de primer mundo para controlar la carga de los vehículos.
Hoy, el control se hace manual y de forma casi voluntaria.
El contrato Radiográfica-Conavi es por cinco años –con posibilidad de prórroga y ampliación– y asciende a $18 millones.
Para brindar el servicio al Conavi, Racsa se asoció con la empresa Servicios de Seguridad y Gestión Vial (SSGV).
Por etapas. La automatización de las estaciones de control de peso se hará por etapas. A Búfalo y Cañas le seguirá el puesto de Ochomogo, en Cartago. En este último caso, aún está pendiente la adaptación de la infraestructura a las necesidades del nuevo sistema.
Asimismo, se ubicará una estación “inteligente” en Ciudad Neily, en la frontera sur.
En el futuro, también se establecerá una estación de control de peso en Esparza, donde hoy opera un arcaico sistema manual.
Colaboró Vanessa Loaiza.
