Así como muchos adultos aún parecen no entender bien qué es lo que pasa, a los niños también puede resultarles difícil comprender qué ocurre en este momento, cuando miles de personas mueren a diario por la pandemia que desató el nuevo coronavirus.
Desde hace muchos días, los más pequeños de la casa no pueden ir al kínder, a la escuela, al parque, al cine, ni hacer mandados con sus papás. Tampoco pueden jugar con los vecinos, ni estar cerca de los abuelitos que siempre los consienten.
Los abrazos, besos y arrumacos no son como antes. Los días pasan, todo ha cambiado, y los niños también se estresan.
Eso pasó en la casa de Cova Díaz y su esposo, Nico Ordozgoiti, dos españoles que idearon hacer un cuento con dibujos para quitarle el enojo a su hijo Max, de tres años, quien con frecuencia les decía: “¡Quiero salir!".
Justamente con esa frase titularon ellos esa narración animada que se viralizó en redes sociales y que les ha sido de mucha utilidad a padres de familia en diferentes países.
La Nación contactó a Nico Ordozgoiti en Madrid y él contó que con su hija bebé no han tenido mayores complicaciones, pero que en Max sí se empezaron a notar los efectos del confinamiento y eso fue lo que los llevó a apostar por la creatividad para encontrar una salida.
“Se frustraba, estaba nervioso... Quería salir, pero es demasiado pequeño para entender bien por qué no se puede. Así que mi esposa empezó a contarle la historia del bichito. A él le gustan mucho los cuentos con dibujos, así que se me ocurrió que podíamos convertir esa historia en un cuento ilustrado. Una vez que lo hicimos, pensamos que podíamos compartirlo en redes, por si le venía bien a algún padre o madre que estuviese en la misma situación”, relató Ordozgoiti.
Confesó que no imaginaron que ese cuento ilustrado llegaría a tantas personas luego de que lo colgaron en Twitter, mucho menos pensaron que sería visto en otros países.
“Creíamos que a lo mejor podía servirles a algunos padres, pero en ningún momento nos imaginamos que iba a tener esa repercusión. Empezamos a recibir mensajes de México, Argentina, Colombia, Costa Rica... Nos quedamos alucinados”, indicó.
Eso les provoca gran satisfacción, porque, para ellos, es una muestra de que el mundo está unido en una misma lucha.
“Una cosa que ha hecho patente el confinamiento en todo el mundo es que los problemas son globales. Todos nos parecemos y tenemos los mismos dilemas. A nivel político, social, económico... pero también familiar. Los niños pequeños quieren salir a jugar, estén donde estén, y los padres necesitan alguna forma sencilla de hacerlos entender”.
Ordozgoiti dijo que su esposa y él se sienten emocionados por el éxito de su cuento, que pusieron en una red social sin costo alguno y que está al alcance de todos.
“Nosotros trabajamos los dos en publicidad y no somos expertos en pedagogía ni mucho menos, así que solo podíamos aportar lo que, como padres, creemos que le podría servir a nuestro hijo. No sabíamos si realmente iba a servir de algo. Pero cuando empezamos a recibir mensajes de gente diciendo que les había ayudado para dormir a sus hijos, o que estos les habían pedido que se lo leyeran otra vez, se nos hizo un nudo en la garganta”.
A ellos les han llegado fotos o videos de niños de distintos países hablando del “bichito”.
“Sabemos que es algo pequeño y que los niños van a necesitar mucho más que un cuento para llevar bien el aislamiento, pero nos hizo mucha ilusión poder ayudar, aunque fuera un poco”.
Tal fue el éxito del cuento ¡Quiero salir!, que también habilitaron una versión en inglés para que sea útil en más países.