
La proliferación de “clínicas” que venden por miles de dólares supuestos tratamientos con ayahuasca e ibogaína para dejar la adicción a los opioides y otras drogas obligó al Ministerio de Salud a emitir una alerta sanitaria para prevenir a la población sobre el consumo de ambas sustancias.
“En diferentes partes del país se están realizando prácticas de tipo ritual que incluyen el uso de ayahuasca e ibogaína; las mismas hacen referencia a ‘procesos de sanación’ y se les atribuyen propiedades curativas, lo cual es una práctica no autorizada”, advirtió Salud.
“Se recalca que todo producto a base de la ayahuasca o ibogaína debe de cumplir con la normativa nacional de fiscalización y registro correspondiente”, agregó la institución por medio de un comunicado de prensa.
En agosto pasado, La Nación publicó una investigación sobre seis centros que operaban sin los permisos del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA). En esos sitios se ofrecían paquetes de entre $3.500 y $6.000 (¢1,8 millones y ¢3,3 millones) por persona e incluían lujosas habitaciones en playas y montañas.
Durante los últimos años, las autoridades judiciales han abierto varias investigaciones por la muerte de extranjeros en ese tipo de lugares.
Por ejemplo, en abril del 2014, una noruega de 41 años falleció en el Gabón House Center, ubicado en Cañas Dulces de Liberia, por ingerir ibogaína, un alcaloide extraído de la iboga, planta originaria de Gabón y el Congo, en África, que las tribus nativas utilizan en sus rituales sagrados. La mujer se encontraba en ese lugar para tratar su adicción a las drogas.
El pasado 5 de agosto, una estadounidense de apellido Levis falleció, según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en un establecimiento ubicado en Paquera, Puntarenas, que ofrece terapias con iboga. Al parecer, la mujer sufrió un paro cardíaco luego de consumir iboga en Soul Iboga Retreats. La muerte de la mujer está bajo investigación.
La ayahuasca, entretanto, proviene de la Amazonía y contiene el alucinógeno dimetiltriptamina (DMT), una droga que, según el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, es ilegal en el país.
Ambas son sustancias psicodélicas que pueden provocar, según los expertos, estados psicóticos, además de fuertes vómitos, diarreas, arritmias, daño renal, paros cardíacos e incluso la muerte.
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Recomendaciones del Ministerio de Salud:
1. No consumir, utilizar, aplicar ni promocionar ayahuasca e ibogaína con fines terapéuticos o cualquier otro producto que no cuente con registro sanitario.
2. No participar en rituales que incluyan el uso de sustancias psicoactivas con fines terapéuticos.
3. Denunciar ante el Ministerio de Salud aquellos establecimientos, empresas o personas que se sospeche estén promocionando el uso de ayahuasca, ibogaína y otras sustancias psicoactivas con fines de sanación. Para ello escribir al correo drpis.atencioncliente@misalud.go.cr o comunicarse con la Dirección de Área Rectora de Salud más cercana.
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