El presupuesto para la educación pública se aleja cada vez más del 8% del producto interno bruto (PIB) fijado en la Constitución Política.
Para el plan de gastos del 2026, el último que elabora la administración actual, el porcentaje para la educación bajará a un 5,04% del PIB, el más bajo de los últimos años. Para el 2025, la cifra fue de 5,07%.
La asignación sigue lejos del 7,6% del 2017, el presupuesto más alto de la historia reciente, aunque los fondos para el Ministerio de Educación Pública (MEP) aumentarían en cerca de ¢147.000 millones el próximo año. El MEP tendrá un presupuesto de ¢2.759.711 millones.
¿Este monto representa verdaderamente un incremento? El economista Andrés Fernández Arauz, sostiene que la respuesta es no.
“En términos nominales, el presupuesto del 2026 podrá parecer más alto de lo aprobado para el 2025, pero en términos reales continuará por debajo del máximo que alcanzó el MEP en el 2017 y que el Estado de la Educación ha informado: estamos hablando de un 13% a un 15% menos con respecto a esa época en la que se alcanzaron máximos históricos de inversión presupuestaria”, detalló el economista.
Para el 2017, el presupuesto para educación fue de ¢2.564.941 millones (2,56 billones). Bajo las circunstancias de aquel momento, representaba un 7,6% con respecto al PIB y un 28,7% del total de gastos del Gobierno.
Fernández comentó que, si bien esta sería la primera vez que se superen los ¢2,7 billones para Educación, en términos reales el monto es menor.
El 2 de julio, La Nación envió consultas al ministro de Hacienda con respecto a la lejanía del presupuesto con el 8% del PIB; no obstante, al cierre de esta nota no se recibió respuesta.
En febrero, cuando se inauguró el curso lectivo, el presidente Rodrigo Chaves Robles atacó el 8%. Alegó que, para lograr ese porcentaje, el impuesto al valor agregado (IVA) tendría que subir de un 13% a un 23%, en consonancia con lo dicho por el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, a mediados de enero. Posteriormente, atacó a la Universidad de Costa Rica (UCR).
Los ¢2,76 billones del año entrante incluyen un monto base para el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) de ¢587.608 millones. En lo considerado, no está el aumento que haría el gobierno para las universidades públicas: la oferta es incrementar el aporte en ¢4.700 millones para las universidades públicas (un 0,8%).
El ministro de Educación, Leonardo Sánchez, comentó que Hacienda tenía poco más de ¢140.000 millones que debían repartirse en distintos ministerios y que el MEP logró hacerse de ¢120.000 millones, con su propuesta.

“Lo cual es muy importante porque nos permite a nosotros colocar recursos en áreas y en líneas fundamentales en todos los componentes del sistema educativo”, señaló.
El crecimiento del presupuesto para el 2026 sería del 5,6%. Sin embargo, al descontar el efecto de la inflación, el próximo plan de gastos siendo menor al monto asignado en el 2019.
Destino de los recursos
El ministro de Educación afirmó que, “una vez cubierto lo elemental”, es decir todo lo relacionado con remuneraciones, el presupuesto se invertiría en la apertura de casi 400 puestos nuevos, en el programa de formación tecnológica, en infraestructura, –sobre todo en la atención de órdenes sanitarias–, en el desarrollo de la prueba de idoneidad y en programas de equidad que toman en cuenta comedores escolares y transporte estudiantil.
“Si usted me pregunta a mí a qué le dimos énfasis en el presupuesto, una vez cubierto lo elemental, es fortalecer el tema de recursos tecnológicos. Ese tema es fundamental para nosotros”, dijo.
En el anteproyecto del presupuesto, también se contemplan más de ¢9.500 millones para compra de equipos tecnológicos como computadoras, tabletas, así como insumos para retomar el proyecto de robótica, entre otros. El ministro aseveró que se estarían invirtiendo ¢7.000 millones más con respecto a este 2025. Los equipos se comprarían con empresas nacionales tienen contrataciones abiertas.
“Hay que recordar que, en un universo tan grande de centros educativos, constantemente se tienen que cambiar los equipos porque han sido comprados en diferentes periodos de tiempo (...). Yo no puedo decir nunca que el 100% de los centros educativos ya están, porque siempre hay que estarlo renovando”, comentó.
El ministro Sánchez aseguró que las cerca de 7.000 computadoras que estuvieron dos años embodegadas en Mudanzas Mundiales tras el fin del convenio del MEP y la Fundación Omar Dengo (FOD), y que tuvieron que sacar junto con otro miles de dispositivos por orden de la Contraloría General de la República, se empezaron a distribuir y que solamente había unos cinco equipos malos. Además, se renovarán garantías en el caso de todos aquellos dispositivos que estaban por perderlas.
Con respecto a los equipos comprados con dinero del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) y que estaban apilados en direcciones y bodegas de centros educativos, se empezaron a distribuir.
Lo que el jerarca no precisó es si las computadoras y tabletas que estaban en desuso se destinaron a algunas de las 193 escuelas y colegios que en noviembre del 2024 no tenían ni un solo equipo de cómputo.

Presupuesto para infraestructura
Para el 2026, el MEP destinaría casi ¢39.000 millones para infraestructura. Se asignarían ¢19.000 millones más en comparación con este 2025. Gran parte de ese presupuesto, cerca de un 85%, afirmó el jerarca de Educación, iría a la atención de ordenes sanitarias en centros educativos: actualmente hay 870 entre rojas, amarillas y verdes, siendo las primeras las más criticas.
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“Difícilmente uno puede exigirle a un centro educativo que los resultados del estudiante sean buenos, si están recibiendo clases en un galerón, en un salón comunal y peor aún: a la intemperie”, comentó Sánchez.
El ministro comentó que también crearon una línea en el anteproyecto para financiar el mantenimiento de los centros educativos, para este rubro destinarían ¢4.000 millones.
Programas de equidad y prueba de idoneidad
En el anteproyecto del presupuesto no aparece un rubro para becas. Sánchez Hernández afirmó que esto lo tuvo que haber formulado el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
El ministro comentó que estas ayudas se nutren del presupeusto de Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) que va dirigido a muchas áreas, entre ellas vivienda y el MEP.
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Añadió que la idea es que las becas no disminuyan en el 2026 con respecto a este año.
Cuando se le consultó si hay seguridad de ello, comentó que efectivamente es lo que quisiera, pero no tiene el dato.
En el documento que el MEP presentó a Hacienda se incluyen ¢102.000 millones para comedores estudiantiles; para este 2025, la cifra es de ¢96.000.

Entre lo presupuestado por el MEP está asignar ¢870 millones para el desarrollo de la prueba de idoneidad para docentes; la labor estaría en manos de la decanatura de Educación de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El anteproyecto también incluye un rubro que iría para el cambio de la macroevaluación que el ministro planea hacer en el 2026 y que implicarían nuevas Pruebas Nacionales estandarizadas y el regreso de una prueba escrita. En la línea de macroevaluación escrita hay ¢640 millones contemplados.
