Cartago. El obispo de Tilarán, Manuel Eugenio Salazar, se refirió a la homosexualidad, el derecho a la vida, la intervención religiosa en la política y la necesidad de diálogo entre los distintos sectores del país, en su homilía de este 2 de agosto.
Ante cientos de fieles católicos que se congregaron en la plazoleta de la basílica de los Ángeles, en Cartago, el religioso calificó a la homofobia como “antievangélica”.
"El cristianismo como estilo de vida es la religión del amor, de la libertad de los hijos de Dios, por eso los cristianos no podemos rechazar a nadie y por ende tampoco a las personas sexualmente diversas.
“¿A una persona sexualmente diversa quién soy yo para juzgarla? La homofobia es antievangélica y es cierto, desgraciadamente hay católicos que quieren sangre, que quieren la inquisición, que piensan y actúan sin caridad frente a esos hijos de Dios y de la Iglesia, con ello no podemos estar de acuerdo”, aseguró Salazar.
No obstante, insistió en que ese respeto que pide desde la fe para las personas sexualmente diversas, no implica que la Iglesia promueva “ese estilo de vida” ni que esté de acuerdo con la equiparación de las uniones de parejas homosexuales al matrimonio entre hombre y mujer.
Salazar dijo, además, que la Iglesia no está de acuerdo con “la imposición de una visión de género al pueblo costarricense” y enfatizó en que los hijos no son propiedad del Estado costarricense.
“El Estado no tiene dinero propio, maneja impuestos de los ciudadanos, muchos de ellos cristianos. No estamos de acuerdo que, con nuestros impuestos, se imponga la visión de género, tan de moda y promovida por grandes intereses económicos internacionales”, mencionó.
‘Los clérigos tenemos derecho a no ser discriminados’
Salazar fustigó a los sectores que insisten en que la Iglesia no participe en política, y defendió el derecho de los sacerdotes de involucrarse en ese ámbito.
"Erróneamente, algunos dicen que la Iglesia no debe meterse en política. Y los que eso dicen, sí se meten en todo, hasta en asuntos internos de la Iglesia. Aclaro: Iglesia somos todos los creyentes y la política es el esfuerzo para construir el bien común.
”Por lo tanto, como ciudadanos, los católicos tenemos el derecho inviolable de meternos en política. Y como creyentes, tenemos la obligación de involucrarnos en política, para construir un país mejor, para construir el Reino de Dios.
”En una democracia, los creyentes tenemos derecho a la libertad religiosa, la exigimos. Y los clérigos políticamente tenemos derecho a no ser ciudadanos de segunda categoría, minoría discriminada”, reclamó el obispo guanacasteco.
Salazar incluso exigió al presidente Carlos Alvarado que gobierne teniendo en cuenta que la mayoría de la población profesa una fe cristiana.
"Entre cristianos católicos y evangélicos, somos una buena mayoría en este país, un fuerte caudal político. Respetuosamente, recuerde señor gobernante que muchos votos católicos fueron los que lo llevaron a la silla presidencial y usted está en compromiso con ellos, aunque sea solo como clientela política”.
”No se puede defender derechos de minorías, ignorando derechos de mayorías”, dijo el sacerdote a Alvarado, quien escuchó la homilía junto a la primera dama, Claudia Dobles, en el templete de la basílica.
‘No negociar es suicidio nacional’
“¡O nos unimos o nos hundimos! Si no hay concertación social, todos perdemos: ricos, pobres, empresarios, sindicatos, gobierno e Iglesia, nadie gana. Los grandes perdedores serán los más pobres. No negociar es suicidio nacional”, advirtió el obispo.
En ese sentido, el cura criticó formas de actuar de distintos sectores que, a su parecer, deberían cambiar.
Al gobierno, lo instó a mejorar su comunicación, a alinear a su gabinete y a “no arrinconar a la Iglesia como actor social”.
“Señor presidente, el pueblo debe saber con nitidez lo que usted piensa y quiere como gobernante, por lo tanto, se requiere una mejor comunicación con los ciudadanos. Lo contrario crea una confusión fatal para el país", señaló Salazar.
Y, a los ciudadanos, los exhortó a manifestar su descontento "dentro del marco de la legalidad, con respeto y por medios pacíficos, al estilo tico.
“La violencia solo engendra violencia. Para mí no es el ideal cerrar el libre tránsito de personas, servicios y mercancías. Hay que ser creativos y buscar nuevas formas aceptables de protesta y de presión ciudadana”, les dijo a los fieles.
En su homilía, el obispo también se pronunció sobre la posición de la Iglesia con respecto a la “cultura de vida”.
“No estamos de acuerdo con el aborto provocado, la fecundación in vitro (FIV), con la manipulación genética sin fines éticos, con los métodos anticonceptivos abortivos ni la eutanasia. Estamos a favor de la cultura de la vida”, detalló.
Además, destacó que la fiesta de la Virgen de los Ángeles para los católicos es una celebración de la mujer y mencionó que la violencia contra esa población nunca será justificada.
Salazar pidió a los fieles católicos oración para el presidente Alvarado, quien le escuchó atento.
‘Es un llamado importante al diálogo’
El presidente Alvarado se refirió al mensaje del obispo al finalizar los actos religiosos y aseguró que lo recibe “no solo en la mente sino en el corazón”.
“En las últimas semanas he escuchado a diferentes sectores que se sienten discriminados y eso hace un llamado importante al diálogo y a la convivencia, principalmente a que el monopolio de la discusión no lo tienen los extremos o los extremistas”, afirmó el mandatario.
Agregó que existe una necesidad social de mejorar la convivencia y que trabajará en ello.