Los jerarcas del Ministerio de Relaciones Exteriores explicaron cómo se distribuirán las funciones de dirección de la política exterior costarricense en una entrevista con La Nación. En la foto, de izquierda a derecha: la vicecanciller Adriana Bolaños, el ministro Rodolfo Solano y el vicecanciller Christian Guillermet. Foto: Marvin Caravaca. (Marvin Caravaca)
Tan pronto asumió la cartera, a inicios de febrero, Rodolfo Solano, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, transformó por completo las funciones de los dos vicecancilleres que trabajarán a su lado en la Casa Amarilla.
Tradicionalmente, la Cancillería ha tenido un viceministro que supervisa y coordina distintas áreas de la política exterior, y otro encargado de los asuntos administrativos.
Por decisión del presidente de la República, Carlos Alvarado, el segundo cargo se eliminó para permitir que los embajadores, Adriana Bolaños y Christian Guillermet, se responsabilicen de las dos áreas sustantivas de la diplomacia: las relaciones bilaterales con países y las relaciones multilaterales con organismos como la Organización de Naciones Unidas (ONU), respectivamente.
En una entrevista con La Nación, Solano lo describió como un giro de 180° que, según dijo, tiene como objetivo aprovechar al máximo los recursos que Costa Rica destina a mantener sus delegaciones en 56 embajadas y ante múltiples organismos multilaterales del mundo.
Solano y los vicecancilleres Adriana Bolaños y Christian Guillermet, además, buscarán relanzar la voz de Costa Rica ante la comunidad internacional, darle capacidad de convocatoria, ofrecer y conseguir cooperación y atraer inversiones.
La misión de Guillermet, puntualizó el canciller, es reinventar la presencia de Costa Rica ante los foros multilaterales.
“Me refiero a cómo logramos nuevamente no solo alzar nuestra voz, sino que esa voz sea escuchada y que sea una voz con capacidad de convocatoria”, manifestó el ministro.
El vicecanciller afirmó que buscará crear sinergias, que además de enfocarse en la parte política, potencien las posibilidades del país de acceder a recursos de cooperación internacional.
“Por ejemplo, ahora en cambio climático, los fondos de cooperación están no de la forma tradicional, de cooperación bilateral, sino en el fondo verde o en las grandes organizaciones, en Emiratos Árabes Unidos, etcétera. Entonces es comenzar a buscar reinventarnos, corresponde realmente a buscar sinergias que nos den mayor eficacia, porque somos un ministerio pequeñito y tenemos que tratar de ser muchísimo más eficaces y eficientes”, afirmó Guillermet.
A Bolaños, por otra parte, se le encargó impulsar el diálogo político con otros países, con la expectativa de que eso le permita al país acceder a nuevas formas de cooperación y aprovechar las misiones en el exterior para apoyar a entidades como el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) y la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) en la atracción de inversiones.
De acuerdo con la vicecanciller, parte del trabajo que tiene por delante es determinar qué oportunidades hay en los distintos países con los que Costa Rica tiene relación, así como la mejor forma de salir a buscarlas.
“Uso se relaciona con los países por intereses, valores o principios y hay que ir definiendo, dependiendo de las regiones, cómo buscamos esas alianzas. Por ejemplo, con la Unión Europea la cooperación que tenemos es en base a valores y principios, porque creemos en lo mismo: somos defensores de derechos humanos, de la institucionalidad democrática, del medio ambiente. Con Estados Unidos, especialmente ahora, serán otros porque hay intereses más comerciales, turísticos”, explicó Bolaños.
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Búsqueda de oportunidades en Asia Pacífico
El canciller afirmó que la idea de la dividir las funciones de los vicecancilleres es generar especialización, aunque en realidad sus gestiones se coordinarán de acuerdo con los objetivos que se fije su cartera.
Solano explicó que él y su equipo ven su acción exterior como tres anillos concéntricos, cada uno corresponde a un grupo de países con los que Costa Rica tiene cierto tipo de relación.
Uno de los anillos es el de las naciones centroamericanas. Ahí, el gobierno espera “relanzar” su relación con el Sistema Centroamericano de Integración (SICA).
El segundo círculo es el de los países que tradicionalmente han sido socios clave de Costa Rica, como Estados Unidos, México, Canadá, el cono sur y la Unión Europea.
Los vicecancilleres deberán buscar oportunidades para el país en el tercer anillo, al que Solano se refirió como “la nueva frontera”, que es la región de Asia Pacífico.
“Tenemos embajada en Japón, embajada en China, consulado en Shanghái, embajada en Indonesia, embajada en Singapur, embajada en Canberra (Australia), consulado general en Sídney, también tenemos embajada en Catar, embajada en Emiratos Árabes Unidos.
"En este siglo la distancia no es excusa, tenemos que entender que es el horizonte de oportunidades para Costa Rica, en promoción comercial, atracción de inversiones, gestión del talento humano, creatividad, innovación y en ese sentido nosotros tenemos que aspirar a ir hacia el mundo”, aseguró el ministro.
En opinión del jerarca, Costa Rica puede vincularse efectivamente con esa región “posicionando el ADN costarricense”, al ofrecerle cooperación a dichos países en temas como derechos humanos, democracia y ambiente, debido a que son temas que podrían generarles un valor agregado.