La Iglesia católica opina con cuidado cuando se le pide su criterio sobre el primer mes del gobierno de Luis Guillermo Solís, quien, en campaña, se pronunció a favor de temas como la fecundación in vitro (FIV) y el reconocer derechos a las parejas homosexuales.
Mientras tanto, el ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, traslada a los diputados la tensión que generan esos temas, aunque no niega que el Poder Ejecutivo anima el avance de los proyectos relacionados con la fecundación asistida y con las uniones entre personas del mismo sexo.
Pese a esas señales, el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, cree que hay que darle más tiempo al Gobierno para determinar si esos temas, a los que la Iglesia se opone, tomarán mayor impulso.
Quirós, empero, no pierde de vista los indicios y pide recapacitar sobre la conveniencia de promover el reconocimiento de derechos a los gais y aprobar la FIV.
“La Conferencia Episcopal esperaría que el presidente reflexione y nos escuche sobre lo que la sociedad quiere y necesita”, dijo.
Durante su primer mes, Solís apoyó izar la bandera de la diversidad en Zapote y quitarle a la Iglesia católica el monopolio sobre la capilla ubicada en Casa Presidencial.
Para el arzobispo, algunas decisiones del mandatario contradicen la confesionalidad constitucional del Estado, acciones que, espera, se corrijan en el futuro.
Dura crítica. Por su parte, el presidente de la Alianza Evangélica, Juan Luis Calvo, fue más contundente en su crítica al primer mes de Solís en el poder.
El pastor calificó como “triste” este lapso, en el que, afirmó, el presidente ha gobernado para una minoría, en referencia a los gais.
“Este Gobierno no nos da temor. Lo que nos da es tristeza por las consecuencias morales funestas al demostrar un paganismo exacerbado”, sostuvo.
Pero el ministro Melvin Jiménez, un obispo luterano que por ahora no ejerce, rechazó las críticas y afirmó que la mayoría del gabinete es cristiano, característica que, defendió, no riñe con la intención de impulsar el reconocimiento de las uniones entre gais como parte de los derechos humanos.
Sin embargo, el jerarca destacó que, por ahora, el empeño del Gobierno no está enfocado en esos temas, sino en atraer más inversión extranjera, crear empleo y luchar contra la pobreza extrema.
Ese enfoque calza con la solicitud de la Iglesia católica para que se atiendan primero esas prioridades, antes de responder a exigencias de sectores minoritarios.