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Casa Presidencial desatendió los cuestionamientos que 11 de sus 13 diputados, los del Partido Acción Ciudadana (PAC), le hicieron a la decisión de postular a la exdiputada socialcristiana Aida Faingezicht como candidata de Costa Rica para el Consejo Ejecutivo de la Unesco, con sede en París, Francia.
La postulación la anunció el jueves el canciller Manuel González al cuerpo diplomático acreditado en el país y, de inmediato, desató críticas en la bancada de gobierno, al grado de que 11 legisladores escribieron una carta formal a la Cancillería para pedir que se reconsiderara la candidatura. Solo no firmaron la jefe de fracción, Laura Garro, y Víctor Morales Zapata.
No obstante, la administración de Luis Guillermo Solís no dio marcha atrás y mantiene a Faingezicht como su cara para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
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El titular de la Presidencia calificó como "normal" la discrepancia de los diputados del PAC con la Cancillería y, aunque consideró que las críticas son válidas, reafirmó que al Ejecutivo no le pasa por la mente la posibilidad de reconsiderar la decisión.
"La decisión (de proponer a Faingezicht) es con base en sus atestados", justificó el ministro Alfaro ante las consultas de la prensa, sin detallar de dónde surgió la idea de postular a la exdiputada, si fue una iniciativa del Ejecutivo o si surgió de una recomendación hecha por alguien más.
Los diputados del PAC cuestionaron la postulación por dos razones. Primero, le recordaron al gobierno que, en campaña, en el plan Rescate, se comprometieron a designar los puestos públicos por idoneidad, por lo que lamentan que no se hiciera un concurso público que le diera mayor transparencia a la escogencia del candidato a la Unesco. Mencionaron otros nombres que pudieron valorarse, como Quince Duncan.
Y, segundo, recordaron que, en setiembre del año pasado, trascendió que el diputado socialcristiano Johnny Leiva contrató a Faingezicht como asesora legislativa, pero le concedió un horario especial, lo que le permitía percibir un salario pagado por la Asamblea Legislativa sin necesidad de que se presentara a laborar a Cuesta de Moras.
Después, el 23 de octubre, este diario reveló que la asesora se fue 20 días a Europa sin haberle solicitado permiso a la Asamblea Legislativa. Faingezicht renunció a su puesto el 27 de octubre pasado.
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Los once firmantes del PAC le recordaron al canciller que, en aquel momento, la exdiputada reconoció que el puesto en el Congreso le abría la posibilidad de optar por una pensión del régimen de pensiones de los supremos poderes, que paga jubilaciones más altas que el de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
Casi en pleno, la bancada del PAC le advirtió al jefe de la diplomacia costarricense de que esperan que la postulación de la candidata no sea para que pueda completar los requisitos para una futura jubilación por el régimen de los supremos poderes.
El ministro Alfaro intentó de inmediato aclarar las dudas con el argumento de que el cargo al que aspira Aida Faingezicht no será remunerado por el Estado costarricense, por lo que no incidirá en su futura pensión.
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Sobre lo sucedido mientras fue asesora de la Unidad Social Cristiana (PUSC) en el Congreso, Sergio Alfaro afirmó que esos hechos no pesan para que el Ejecutivo revierta la candidatura, pues la designación de la aspirante se hizo hace más de un año, aunque fue anunciada hasta la semana pasada.
"Los hechos que se le señalan son posteriores a su postulación", recalcó el ministro.
Aida Faingezicht ocupó una curul en el periodo constitucional 2002-2006 y el cargo de ministra de Cultura durante el gobierno de Rafael Ángel Calderón (1990-1994). Ella es la esposa del exvicepresidente de la República y exdiputado socialcristiano, Luis Fishman.
Todavía la Cancillería no ha contestado la carta que le dirigieron los diputados de Acción Ciudadana, ni ha habido un pronunciamiento departe del ministro Manuel González.
