
El presupuesto extraordinario que permite al Gobierno endeudarse por ¢450.000 millones para pagar aguinaldos, salarios y pensiones quedó aprobado ayer de forma automática, al vencerse el plazo que tenían los diputados.
El plan de gastos se aprobó sin ser votado. La ausencia de 24 legisladores –14 del oficialista Liberación Nacional (PLN), cuatro del Partido Acción Ciudadana (PAC) y seis de otras agrupaciones– impidió sesionar y, por ende, votar el proyecto.
La iniciativa implica también un recorte de ¢70.000 millones en el actual plan de gastos del Gobierno.
Con la propuesta, el Ministerio de Hacienda pretende llenar un vacío generado por la disminución en la recaudación fiscal de este año.
La ausencia de varios diputados evitó ayer, por cuarta vez consecutiva, que hubiera sesión en el plenario legislativo.
La no discusión del plan causó la molestia de los diputados de oposición, quienes señalaron que la ausencia de los liberacionistas era una forma de evadir el debate sobre el plan de gastos.
“Liberación, simplemente, saca a sus diputados para que no hagan quórum, a sabiendas de que hoy se votaba. Abusan del poder con la alcahuetería de otros diputados”, dijo el jefe de los libertarios, Carlos Gutiérrez.
“En el Gobierno pretenden que los diputados les aprobemos los proyectos, pero que no cuestionemos, ni se discuta, el planteamiento y asignación de recursos. El Parlamento es el Parlamento, y no la sucursal del Ejecutivo”, afirmó el coordinador del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Jorge Eduardo Sánchez.
“Este país tiene derecho a saber cómo se maneja la Asamblea Legislativa, y la ausencia está planeada por Liberación Nacional”, señaló el jefe del PAC, Alberto Salom, y agregó que fue a conveniencia del Ejecutivo.