Este jueves, se produjo una fuerte discusión entre los diputados Eliécer Feinzaig y Dinorah Barquero, de los partidos Liberal Progresista (PLP) y Liberación Nacional (PLN), en la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Públicos que investiga el caso Diamante, el cual versa sobre presunta corrupción en obras municipales.
El choque ocurrió mientras se discutía la conveniencia de proceder con la comparecencia de cinco funcionarios de la Municipalidad de Escazú que presentaron un recurso de hábeas corpus contra Barquero y el órgano legislativo, en procura de suspender la audiencia. Ellos argumentaron que el abogado que designaron como representante estaba incapacitado, además de que los convocaron con menos de 48 horas de antelación y los amenazaron con traerlos con la Fuerza Pública.
Después de un receso, Feinzaig tomó la palabra por el orden. Mientras hablaba de que los convocados cometieron un error al dar un poder a un abogado para que los representara en la audiencia, Barquero dijo algo fuera de micrófono y, entonces, el jefe del PLP levantó la voz y le dijo: “No, ese no es el único punto doña Dinorah, no interrumpa cuando uno está hablando”.
La liberacionista, presidenta de la comisión, le respondió con voz aún más fuerte: “No, perdone don Eli, le exijo respeto”.
“No, eso es lo que estoy exigiéndole yo a usted”, insistió Feinzaig, y Barquero respondió: “Actúe como un caballero, que es la imagen que tengo de usted”.
“Hágame el favor y me descuenta el tiempo que me está interrumpiendo”, continuó él.
La liberacionista agregó: “Por favor, se comporta todo el mundo”.
Feinzaig volvió a reclamar respeto a los diputados de la comisión porque aseguró que Barquero tiene “la costumbre de que uno está hablando y ella habla encima de uno”.
“Entonces por favor permítame terminar y explicar cuál es el punto que varios diputados hemos estado tratando de enfatizar y que usted no ha querido escuchar, si me permite los dos minutos a partir de este momento para poder explicarlo. ¿Estamos claros?”, afirmó.
Barquero le dijo: “No señor, no estamos claros, pero tiene los dos minutos”.
El reclamo de los comparecientes
A las 11:24 a. m. de este jueves, el abogado Walter Brenes interpuso un hábeas corpus, ante la Sala IV, en favor de Cristian Boraschi, del Departamento de Gestión Urbana de esa municipalidad, y de otros cuatro funcionarios que fueron convocados a comparecer a la 1 p. m. por el caso Diamante.
Brenes alegó que ellos tienen derecho a apersonarse con el “debido asesoramiento y patrocinio letrado” y que, aunque él estaba incapacitado, los estaban obligando a asistir al grado de que una asesora de Dinorah Barquero les respondió que, de no presentarse, los mandarían a traer con la Fuerza Pública.
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A la 1 p. m., llegaron cuatro de los cinco convocados: Cristian Ramos Navarro, Olman González Rodríguez, Carlos Monge Delgado y Laura Corderon Méndez. No asistió Cristian Boraschi.
Los presentes declararon a La Nación que acudieron por la advertencia de que podrían ser traídos por la Policía y que estaban dispuestos a responder.
Fueron llamados a entrar al recinto de la comisión, pero la diputada Sofía Guillén, del Frente Amplio, pidió aclarar qué pasaba si comparecían, pese a su reclamo ante la Sala IV.
Entonces, les pidieron a los funcionarios salir y la comisión se fue a receso. Cuando retomaron la sesión, se produjo el choque entre los diputados del PLP y del PLN aun sin que la comisión hubiese decidido si procedía o no efectuar la audiencia.
Después del primer encontronazo, Feinzaig expuso que él no defendía a ninguno de los comparecientes porque estaba allí para investigar, pero sí debía velar porque no se atropellaran los derechos de los llamados a declarar, aunque haya sido “costumbre en el pasado”.
“Perdone, don Eli”, dijo de inmediato la liberacionista. “Lo convoco a que diga, de inmediato, en qué se ha violentado un derecho”.
Luego de decir que trabajó 38 años en el sistema penitenciario velando por los derechos de las personas, Barquero dijo al jefe del PLP que no le permitía decir que había violación de derechos, “ni siquiera como insinuación”.
Le pidió retirar lo dicho: “Tenga usted mucho cuidado con las acusaciones o aseveraciones que usted está haciendo, porque si está acostumbrado a hacerlas, conmigo usted las hace con pruebas”.
Barquero alegó que Feinzaig estaba extralimitándose en su opinión sobre el trabajo de la presidencia de la comisión. “No dude de la capacidad que tengo de tener observancia a los derechos de cada persona”.
El diputado del Liberal Progresista rechazó retirar sus palabras al decir que no mencionó que se violentaron los derechos de los comparecientes, porque no se les obligó a pasar sin su abogado, sino que se les pudo violentar si hubiesen sido pasados a la comisión sin el representante que ellos escogieron.
Adujo que eso lo había dicho antes, pero la liberacionista no lo escuchó, “porque cuando yo hablo usted no escucha, y también tomo nota de que usted, muy educadamente, me ha amenazado varias veces y sepa, doña Dinorah, que yo no como gallina”.
Feinzaig sostuvo que la discusión era si los comparecientes pueden escoger asistir a comisiones legislativas con un abogado y si eso se puede convertir en un portillo para que las personas no asistan a los foros investigadores, “pero definitivamente no podemos forzar a la gente a venir sin la representación que ellos escojan tener”.
Agregó que la discusión no versa sobre si los llamados pueden ser representados en la comisión por el abogado, “pues es claro que no”, porque las comparecencias son personales, “pero sí le pido doña Dinorah que cuando hablo, escuche; que cuando hablo, no me interrumpa; y que no me vuelva a amenazar”.
“No lo he amenazado”, argumentó Barquero, sino que le pidió decir cuáles derechos se habían violentado. También, dijo ignorar si en su menú “come gallina”, pero que, en el sistema penitenciario, ella “aprendió a caminar por donde asustan”.
Finalmente, la audiencia no se efectuó porque el tiempo se gastó en las discusiones entre diputados.