En lo que va de este siglo, la actual Asamblea Legislativa es la que tiene la mayor cantidad de diputados separados de los partidos políticos por los cuales resultaron electos.
De momento, ya suman nueve, de los 57 congresistas que componen la Asamblea, que rompieron relaciones con sus fracciones originales. Ellos ocupan el 15% de las curuales del Plenario legislativo.
Así se desprende de un conteo sobre los diputados que se han declarado independientes desde el periodo 1998-2002 hasta el periodo 2018-2022.
Para el presente cuatrienio legislativo, los votantes llevaron representantes de siete banderas políticas al Congreso.
Se trata de los partidos Liberación Nacional (PLN, con 17 diputados), Restauración Nacional (PRN, con 14), Acción Ciudadana (PAC, con 10), Unidad Social Cristiana (PUSC, con 9), Integración Nacional (PIN, con 4), Republicano Social Cristiano (PRSC, con dos) y Frente Amplio (FA, con 1).
En un inicio, el Poder Ejecutivo estaba llamado a dialogar con siete bancadas. Sin embargo, dos años después, debe negociar con 11 fuerzas políticas, lo que incluye siete fracciones, un bloque independiente y tres diputados independientes que actúan por separado.
El diputado Erick Rodríguez se separó del PIN incluso antes de asumir el cargo. Luego, en octubre, del 2018, ocho diputados se separaron de Restauración y formaron el bloque Nueva República, pero Floria Segreda regresó al PRN en mayo del 2019.
Después, en enero del 2020, la legisladora Zoila Rosa Volio también dejó el PIN y, en abril del mismo año, Ivonne Acuña se separó del bloque Nueva República y se declaró independiente.
La segunda Asamblea Legislativa con más fraccionamiento es la del periodo 2002-2006. En aquella ocasión, seis diputados se separaron del PAC, uno del PLN y uno del Movimiento Libertario (ML).
Le sigue el Congreso 2010-2014, en el que cinco diputados dejaron el ML y cada uno actuó por separado, al tiempo que el PUSC y Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) sufrieron una ruptura cada uno.
Por partidos, los que más fugas han sufrido en este siglo son el PAC y el ML, con ocho casos cada uno, seguidos por Restauración, con siete.
En lo que va de este siglo, un total de 30 legisladores se han declarado independientes.
Fragmentación del Congreso en el siglo XXI
Esta es una radiografía de los fraccionamientos que ha vivido la Asamblea Legislativa en lo que va de este siglo
FUENTE: Elaboración propia || J.C. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Agotamiento
Según Ronald Alfaro, investigador del proyecto Estado de la Nación, fragmentaciones como estas son una señal de agotamiento del sistema de los partidos políticos.
“Esta es una señal más del debilitamiento de las estructuras que no son capaces de mantenerse unidas; es decir, llegan en bloques y después revientan en muchas partes, lo que le pasó al PAC o al Movimiento Libertario,” comentó Alfaro.
LEA MÁS: EN ESTE LINK PUEDE CONSULTAR LA BASE DE DATOS DE LAS SEPARACIONES DE DIPUTADOS
“También, tiene que ver con los mecanismos de escogencia de candidatos, de cómo son los mecanismos de formar esas papeletas; cuándo escogen a los candidatos que van a ir en las nóminas. Es gente que fácilmente abandona un compromiso,” añadió.
Para el especialista, es normal que en los partidos haya conflictos internos o choques entre liderazgos, pero hay partidos que saben conducir esos procesos para que no provoquen una crisis interna y hay otros que no.
Con respecto una fragmentación como la actual, Alfaro sostiene que “este tipo de separaciones hace más difícil legislar".
"Eso dificulta la labor legislativa, la hace más compleja. (el Ejecutivo) tiene que hablar con más gente, negociar con más gente, hay más gente que le pide a cambio cosas y es más difícil así”.
“En esta Asamblea, (los diputados) han demostrado cierta capacidad para dejar pasar esas diferencias, pero lo que sí es cierto es que lo vuelve más complejo, por ejemplo, ahora con la discusión para el Directorio”, aclaró.
Hasta ahora, el alto fraccionamiento no ha impedido una importante productividad del Congreso.
El Estado de la Nación señaló que, en medio de un panorama difícil, los diputados lograron inusuales alianzas que evitaron un empeoramiento de la situación económica y mantuvieron la estabilidad política en el periodo 2018-2019.
Luego, en el segundo año, aunque creció el fraccionamiento, la productividad aumentó.
Fragmentación en multipartidismo
“Hay un factor muy determinante en esto y es el tema del multipartidismo. En época bipartidista, en donde hay dos grandes fuerzas, en aquel momento era el liberacionismo y el antiliberacionismo, o los socialcristianos, en esa época eso (la fragmentación) no ocurre, o no es muy frecuente”, explicó el especialista del Estado de la Nación.
“Cuando el sistema de partidos en Costa Rica deja de ser bipartidista y pasa a ser multipartidista, esto es el terreno más fértil para que se den esas separaciones, porque los partidos están más debilitados, hay más fuerzas políticas compitiendo”, comentó Alfaro.
Agregó que los electores deben saber que existe una alta probabilidad de que los diputados se aparten de la oferta electoral del partido que los llevó al Congreso: "El escenario es propicio para que eso pase por una cosa muy importante, que es que los partidos son estructuras muy débiles”.
Otros factores
Un estudio publicado en el 2016 por el Estado de la Nación, indica que los factores del fraccionamiento de las bancadas legislativas son las confrontaciones internas por intereses personales, así como cambios en la ideología del partido o en la oferta realizada en las elecciones, y el multipartidismo.
“En mi caso particular, fue un tema de principios; había un candidato a vicealcalde que había tenido una hija con una menor de edad y el PIN, en ese momento, no tomó las decisiones en el momento oportuno”, explicó la diputada Zoila Volio, quien se declaró independiente en este periodo.
Mencionó que, desde antes, tenía diferencias con el PIN en temas como la reforma a huelgas, el plan fiscal y la reforma al reglamento de la Asamblea Legislativa.
Por su parte, Víctor Morales, diputados del PAC, considera que, en la raíz de las deserciones, se encuentra la debilidad conceptual, programática y organizativa de los partidos políticos, así como la ausencia de una sólida formación de liderazgos en todos los niveles.
“Además, en un contexto de desconfianza ciudadana hacia los partidos y la correspondiente autorización legislativa, hay posibilidad de ganarse un espacio que posibilite reconocimiento”, manifestó Morales.