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A su llegada al Juan Santamaría, Milanés declaró, esposado, que no era culpable y que él se entregó. | EYLEEN VARGAS
Luis Ángel Milanés Tamayo, inversionista buscado en Costa Rica por un fraude de $200 millones en perjuicio de miles de inversionistas, fue enviado ayer al país por autoridades salvadoreñas tras seis años de permanecer en fuga.
Milanés era representante de la compañía Savings Unlimited cuyas oficinas se localizaban en un edificio del Paseo Colón.
El Ministerio Público relaciona a esa financiera, cerrada en el 2002, con un escándalo financiero que afectó a unos 2.600 clientes.
La detención de Milanés ocurrió en el Aeropuerto Internacional de El Salvador (país al que ingresó ilegalmente), cuando el extranjero pretendía tomar un vuelo hacia Costa Rica.
Milanés se identificó con un pasaporte tico falso a nombre de un individuo de apellidos Rodríguez Martínez y en calidad de cubano naturalizado costarricense informó ayer la Policía Internacional (Interpol) en un boletín.
Al ser descubierto por la Policía salvadoreña, el hombre mostró un pasaporte cubano vencido donde figura su nombre real.
De seguido, Interpol realizó un chequeo en sus bases de datos donde permanecía activa una alerta internacional emitida por esa entidad en San José, el 19 de diciembre del año 2002, a solicitud del Juzgado Penal de San José.
‘No soy culpable’. Al llegar ayer a Costa Rica a las 2:40 p. m., Milanés declaró que no era culpable y que él mismo fue quien se entregó.
Cuestionado entonces por qué no lo hizo antes y la razón de viajar con un pasaporte falso, adujo que temía por su vida.
Consultado sobre qué tenía que decirles a sus 2.600 clientes quienes perdieron su dinero, se limitó a responder que explicaría todo luego.
De inmediato, sus escoltas policiales lo subieron esposado a un carro de las Dirección de Inteligencia y Seguridad que lo trasladó desde el aeropuerto Juan Santamaría.
Desmesurada. Según investigaciones de la Fiscalía local, la compañía de Milanés, conocida como “Los Cubanos”, captó dinero de inversionistas (en especial foráneos) para dedicarlas a casinos, hoteles, salones de belleza, entre otros.
La operación ofrecía un rentabilidad s tan desmesurada como inverosímil según las autoridades.
El individuo recibía depósitos de los inversionistas a tasas fuera de mercado (4% de interés mensual para depósitos en dólares).
Milanés permanecía en fuga desde el 23 de noviembre del 2002, cuando esta compañía cerró sus puertas sorpresivamente y dejó en la calle a los inversionistas.
El sospechoso huyó de Costa Rica con poco más de $5 millones de los inversionistas según informó ayer la Interpol y en circunstancias que nunca fueron aclaradas.
El extranjero se encuentra ahora a las órdenes del Juzgado Penal de San José y, de acuerdo al informe judicial, el mismo podría ser condenado hasta 10 años de prisión de ser hallado culpable.