Pascual Pérez Ocaña, abogado de la compañía Air Madrid, dijo ayer que la empresa cesó sus actividades ante la imposibilidad de generar ingresos para operar.
La sorpresiva medida afecta a más de 120.000 pasajeros con tiquetes ya comprados, quienes en plena temporada navideña vieron desbaratados sus planes de viaje de la noche a la mañana.
Pérez Ocaña consideró que la imagen de Air Madrid fue destruida de forma absoluta en España y Latinoamérica por la actuación del Ministerio de Fomento de ese país.
Sobre esta compañía aérea, propiedad del empresario español José Luid Carrillo, pesaba una amenaza de suspensión de licencia de ese ministerio por los sucesivos retrasos en el cumplimiento de vuelos.
No obstante, la empresa se adelantó ayer y decidió de manera unilateral interrumpir su operación.
El Gobierno español ha puesto en marcha un plan de emergencia para salvar a la firma del caos. Pérez Ocaña insistió ayer, en conferencia de prensa, en que la situación “obedece de forma exclusiva a las actuaciones del Ministerio de Fomento, que ha hecho un uso arbitrario e injusto de sus atribuciones”, expresó.
El abogado y vocero de Air Madrid, sin embargo, no aclaró qué ocurrirá con los 300.000 pasajeros que actualmente tienen comprados pasajes con la empresa hasta febrero próximo.
