
En Tierra Blanca de Cartago hubo fiesta este lunes. Claro, la fiesta de los agricultores, la fiesta de San Isidro Labrador.
Decenas de lugareños se reunieron frente al templo parroquial para disfrutar la llegada del tradicional desfile en honor al santo patrono de los agricultores. Desde las 9 a. m., 126 yuntas de bueyes, debidamente enyugadas y dirigidas por sus dueños, grandes y pequeños, llenaron de alegrías las calles.
Todos lucían camisas de cuadros, pantalón de mezclilla, sombreros, botas y faja de cuero con hebilla decorada. Mostrando sus atuendos de la celebración recorrieron casi 3 kilómetros.
Mientras boyeros y caballistas caminaban hacia el parque al son de cumbia, quebradita o ranchera, en el templo, los sacerdotes Randall Zamora y Anthony Aragón celebraban la misa, pues no podía faltar la ceremonia para elevar oraciones a San Isidro y pedirle su intercesión por una buena cosecha.
Los curas salieron luego a recibir a los marchantes y rociarlos con agua bendita.

Además de animales y sus dueños, también llegaron vehículos, en su mayoría pick-ups y tractores decorados a manera de carroza con los productos de la zona. Todos hicieron fila para recibir la bendición.
A eso del mediodía, cuando terminó el desfile, las papas, zanahorias, remolachas y cebollas se vendieron a buenos precios entre los asistentes. Y como de celebrar se trataba, la mayoría de la gente se quedó, aprovechando que la lluvia no llegó temprano, para disfrutar de los carruseles, la venta de comidas y hasta del baile al aire libre.
Como en Tierra Blanca, en otras comunidades agrícolas del país, este lunes hubo festejo.


