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La comunidad indígena boruca Rey Curré, en Buenos Aires, Puntarenas, se alista para la celebración de su tradicional juego de los diablitos.
A finales de enero de cada año, la comunidad indígena Rey Curré – 232 km al sureste de la capital– se convierte en un pequeño infierno: un espacio muy caliente y lleno de “diablos”.
El juego de los diablitos es una de las tradiciones indígenas más antiguas del país y esta comunidad, integrada por indígenas de la etnia boruca, se esfuerza por mantenerla viva.
Este año, la gran fiesta –durante cuatro días– se celebrará del 29 de enero al 1.° de febrero, y la comunidad ya tiene todo preparado para recibir a turistas nacionales y extranjeros con chicha (bebida de maíz fermentado), tamales y las interminables danzas de los diablitos por todo el poblado.
Esta tradición representa la lucha que los indígenas nativos de lo que hoy es el sur de Costa Rica libraron contra los conquistadores españoles.
El inicio del festejo lo marca la llamada “nacencia” de diablitos, el jueves a la medianoche en la cima de una montaña.
En ese lugar, el diablo mayor, que es como el líder del grupo, hace sonar un caracol en señal de que lo diablitos nacieron.
Estos personajes –ataviados con sacos de gangoche, hojas de plátano y máscaras talladas en madera– visitarán las primeras casas durante la madrugada y en la mañana del viernes se enfrentarán, por primera vez, a su archienemigo el toro.
Cuerpo a cuerpo. La batalla cuerpo a cuerpo y al son de la música entre diablitos y toros se repetirá varias veces durante el viernes, el sábado y el domingo. Al atardecer del domingo, ocurre la “tumbazón”; es decir, el toro derriba a los diablitos y se genera un gran alboroto. Luego el toro se escapa y se esconde en la montaña, o al menos eso intenta.
Los diablillos, que no son nada tontos, se levantan y lo persiguen hasta alcanzarlo, encadenarlo y llevarlo hasta la hoguera.
“Desde el mismo momento en que los antepasados borucas enfrentaron esa lucha real contra los españoles, estaba en juego la defensa de su territorio y de su dignidad. Ese enfrentamiento histórico fue el génesis fundamental de un proceso que ha posibilitado que los borucas actuales continuemos habitando parte de nuestras tierras ancestrales y que disfrutemos de esta tradición”, opinó Uriel Rojas, gestor cultural de la comunidad.
En Curré hay opciones de hospedaje al aire libre, es decir, para acampar. Si lo prefiere, se aloja en hoteles o cabinas en la ciudad de Buenos Aires o en Palmar, cantón de Osa. Usted puede visitar la página en Facebook Rey Curré Yimba o escribir un correo a urieldecurre@gmail.com
Rutas
Ruta por el cerro de la Muerte: De San José, seguir hacia el cerro de la Muerte, pasar Pérez Zeledón para llegar a Buenos Aires de Puntarenas. Al llegar a Paso Real (entrada a San Vito de Coto Brus) se debe continuar sobre la Interamericana 7 kilómetros más para llegar a Curré.
Ruta por la Costanera Sur: Desde San José se toma la ruta 27 para dirigirse a Jacó, Quepos, Dominical y finalmente, Palmar Norte de Osa.. Hay que seguir 28 kilómetros hacia el noreste para llegar a Rey Curré.
Buses: Los buses se toman en la terminal de Tracopa (2221-4214). Salen de San José a las 5 a. m., 7 a. m., 8:30 a. m., 10 a. m., 1 p. m., 2:30 p. m., 6 p. m.
Hospedajes
Tiendas de campaña: En Rey Curré hay espacio para acampar. También hay ventas de comidas
Hoteles: Cristal Ballena (2786-5354), Hotel Villas Gaia (2786 5044),Vista El Cerro ( 2786-6663), Quebrada Grande (2786-6111), Brunka Lodge (2786-6358), Rana Verde 2786-7530, Casa Amarilla (2786-6251), Las Esferas (2786-8181)
Cabinas: Hermanos Mora (2786-6492), Río (2786-7110), Mi Casa ( 2786-6264), Camaronal (8818-0627), Kensy (2786-7220), Anita (2786-6836), Osa (2786-7272), Romary (2786-6300), Chichi (2786-7455), Las Palmas (2788-7543), Melvin (2786-7710), Keysi (2786-6080), Cabinas de la Cruz Roja, (2786-6204), Figurín (2786-6350)
