A partir del 2026, los estudiantes costarricenses tendrían prohibido utilizar el teléfono celular en el aula, de aprobarse una iniciativa impulsada por el ministro de Educación, Leonardo Sánchez.

De acuerdo con el jerarca, el fundamento técnico detrás de esta medida radica en el hecho de que el uso del dispositivo afecta la mediación pedagógica y que, desde un punto de vista cognitivo, perjudica la concentración del estudiante en todos los niveles.
La iniciativa, dijo, es parte de una actualización del Reglamento de la Evaluación de los Aprendizajes (REA).
Su implementación debe ser aprobada por el Consejo Superior de Educación (CSE). De ser así, la prohibición del uso del celular empezaría a implementarse en los centros educativos, desde preescolar hasta secundaria, en el próximo curso lectivo.
La intención es que la nueva regla cambie lo que ocurre actualmente, cuando muchos alumnos llevan estos dispositivos a clases y, según docentes, los utilizan para jugar o ver redes sociales.
“El denominador común hoy en día es la falta de regulación de los dispositivos electrónicos: los celulares son un distractor de los procesos de aprendizaje”, comentó el jerarca del Ministerio de Educación Pública (MEP), a La Nación el martes 2 de setiembre.
Por esa razón, advirtió, el uso de estos aparatos quedará prohibido, pues los alumnos solo podrán manipularlo si el profesor lo autoriza para fines pedagógicos. En los recesos de clases, los alumnos sí podrían utilizarlo, sobre todo, para comunicarse con sus padres y madres.
“Pero ojo, no estoy diciendo que la tecnología no es importante (...). Cuando el docente considere que debe utilizarse para la mediación pedagógica, sí se va a hacer.
“Porque usted en un teléfono puede encontrar mil cosas que hacer y la mayoría no son pedagógicas. Son distractores enormes: se mete a redes sociales, se mete a Facebook, TikTok, etcétera, y lo menos que hace es ver lo que se está enseñando en el aula”, comentó.
Sánchez afirmó que el MEP quiere dar un uso responsable y eficaz a la tecnología. El plan sería educar a los estudiantes sobre el uso consciente de los teléfonos móviles, asimismo, promover la interacción entre compañeros.
¿Prohibir el uso del celular mejora la concentración y el aprendizaje?
Si bien la medida es nueva en Costa Rica, desde hace algunos años se aplica en otras naciones.
Ese es el caso de Países Bajos, donde luego de prohibir los celulares en los salones de clases en enero del 2024, los docentes reportaron “efectos positivos en la concentración y el clima social de los adolescentes”, según dio a conocer la agencia Europa Press.
La publicación indica que a educadores de secundaria se les consultó sobre el impacto de permitir el uso del celular solo con fines educativos. Señalaron una mejora en la concentración (75%) y en el clima social (59%). No obstante, el rendimiento del aprendizaje mejoró solo para un 28% de los entrevistados.
Rolando Pérez Sánchez, psicólogo social e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR), comentó que según los hallazgos de investigaciones realizadas en Inglaterra y Australia, no hay una relación directa entre la prohibición y una mejora en el rendimiento académico, la atención en clase o la salud mental de los estudiantes.
Pérez sostuvo que las políticas públicas más bien deben enfocarse en el desarrollo de habilidades digitales tanto en niños y adolescentes como en adultos y cuidadores. Además, consideró vital capacitar a los docentes en el uso de los teléfonos móviles como herramientas educativas.
“El teléfono o los dispositivos móviles en general pueden tener un impacto positivo, pero utilizado de forma sistemática y con objetivos pedagógicos, ya sea en el contexto escolar o en de la familia”, comentó.
Para elaborar su propuesta, el MEP tomó en cuenta la experiencia en otras latitudes sobre este tema. El ministro detalló que durante el ejercicio se encontraron tres escenarios de abordaje.
Por un lado, identificaron países desarrollados que prohíben por completo el dispositivo en clases. También encontraron otros que condicionan el uso única y exclusivamente para fines pedagógicos. Y, finalmente, hay un grupo que no hace nada.
En el listado de países consultados por el MEP figuran:
- Francia: Permite uso durante la jornada en primaria y secundaria.
- Nueva Zelanda: Permite uso durante la jornada en primaria y secundaria.
- Países Bajos: Prohíbe uso en el aula.
- Finlandia: Celulares fuera de clases salvo autorización docente.
- Letonia: Restricción estricta.
- Luxemburgo: No se permiten smartphones en primaria y en secundaria el uso es restringido.
- Portugal: Prohibición en aulas y espacios escolares definidos.
- China: No llevar/usar smartphones salvo con consentimiento escrito.
- Canadá: Prohibición en clase.
- Estados Unidos: Prohibición en clase y en toda la jornada.
- Italia: Prohibición durante las lecciones.
‘Solo lo usan para jugar y entrar a redes sociales’
Angie Picado Chinchilla, docente de Matemáticas de un colegio público en Heredia, habló sobre la experiencia que se vive en las aulas con el uso de los dispositivos móviles por parte de estudiantes.
“Lo utilizan mucho, sin embargo, lo usan para jugar o para ver redes sociales. Dentro del aula su uso está prohibido”, manifestó.
Consultado sobre si en la actualidad ya existe alguna restricción para el uso de celulares, el ministro Sánchez comentó que el Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes no incluye ninguna regulación sobre dispositivos electrónicos.
“Hay centros educativos que tienen su normativa interna y han girado instrucciones para que el uso del dispositivo esté regulado. Por eso queremos ponerlo en el REA, para que quede estandarizado en todo el país”, explicó.
Picado comentó que aunque existe una directriz en el centro educativo donde ella labora, si los docentes se enfocan constantemente en velar por su cumplimiento, eso impediría que la clase se imparta, pues la mayoría de estudiantes utilizan el teléfono durante las lecciones.
Además, la educadora contó que existe una circular que señala que está prohibido decomisar los celulares a los alumnos. La Nación confirmó que la circular DM-005-02-2016 permite que el teléfono sea confiscado a los estudiantes solo en aquellos casos que puedan constituir un delito penal.
Para la profesora, es difícil controlar el uso del celular en las aulas si en los hogares no se limita su acceso.
Restricción no debería de ser generalizada
Basado en las investigaciones internacionales relacionadas con la prohibición del uso del celular en las aulas, el psicólogo Rolando Pérez considera que la regulación no debería de ser generalizada.
Pérez es especialista en los usos y efectos de las tecnologías digitales con enfoque en la niñez y la adolescencia.
Sostuvo que la prohibición no haría una gran diferencia, pues señaló que durante las 16 o 18 horas en que los estudiantes están en sus casas igualmente pueden hacer un uso intensivo del celular. Por ello, consideró fundamental el papel que juegan madres, padres y cuidadores.
Comentó que, en algunos casos, la medida puede tener un efecto positivo en estudiantes con condiciones psicosociales o vulnerabilidades educativas específicas.
No obstante, afirmó que para la mayoría, el efecto no es positivo y que incluso puede ser negativo al punto incluso de generar desconcentración.
Agregó que según estudios en los que ha trabajado en Costa Rica, los niños ticos reciben su primer celular a los 9,5 años.
En el informe ¿Cómo es la vida de los niños en la era digital?, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y publicado en mayo, se presenta un vistazo general del estado actual de la vida de los niños en el entorno digital en los países miembros del organismo.
El texto aborda el reto de “asegurar que los niños estén tanto protegidos como capacitados para usar los medios digitales de manera beneficiosa mientras gestionan los riesgos potenciales”.
El informe indica que según datos de las pruebas PISA 2022, el 96% de los jóvenes de 15 años en los países que integran la organización tenían acceso a una computadora de escritorio, laptop o tableta en sus casas, mientras que el 98% tenía un smartphone con conexión a Internet.
“Adicionalmente, en casi todos los países, al menos el 50% de los jóvenes de 15 años pasaban 30 horas o más a la semana en dispositivos digitales”, reseña el documento.
El psicólogo Rolando Pérez considera que el momento idóneo para darle un celular a un hijo es cuando tiene un nivel de lectoescritura adecuado y que el uso de las aplicaciones debería de estar limitado y que si se utiliza WhatsApp, que sea de manera muy controlada. Señala que un menor de 13 años no debería de usar redes sociales.
