El diario francés Le Monde publicó este 11 de febrero un amplio reportaje en el que informa que Costa Rica se ha convertido en un exportador de cocaína a Europa y que, a pesar de su reputación como destino turístico, enfrenta una creciente ola de violencia relacionada con el narcotráfico.

La publicación advierte que la denominada “Suiza de Latinoamérica” está atrapada en el flagelo del narcotráfico, pues el país ha pasado, en los últimos años, de ser un territorio de tránsito de droga a convertirse en un punto de importación y exportación hacia Europa.
“La droga llega por barco o avión desde Colombia y otros países andinos, para luego ser reexportada a Europa, principalmente por vía marítima desde la costa atlántica. Se esconde en cargamentos de productos agrícolas emblemáticos del país, como la piña y el banano”, explicó a Le Monde Evelyn Villarreal Fernández, investigadora del programa Estado de la Nación.
El diario europeo señala que, desde 2019, las autoridades portuarias de Europa han confiscado 88 toneladas de cocaína procedentes de Costa Rica, principalmente en los puertos de Róterdam, en Países Bajos, y en Amberes, Bélgica, donde arriban los cargamentos de fruta.
El reportaje subraya que Costa Rica se convirtió en un centro logístico de la cocaína, con bandas criminales locales que han establecido alianzas con organizaciones internacionales, desde cárteles mexicanos y colombianos hasta mafias europeas.
En setiembre de 2024, el diario estadounidense The New York Times publicó un reportaje donde detalló cómo las exuberantes selvas tropicales de Costa Rica están infiltradas por carteles del narco para trazar rutas de tráfico y así evadir a las autoridades.
Ese diario señaló entonces la falta de equipamiento y recursos de las autoridades, del mismo modo que este martes lo hizo la publicación francesa.
“Estos nuevos actores han desatado una ola de violencia. Cuentan con mayor poder de fuego y, además, inundan el país con drogas, algunas de las cuales se venden localmente, lo que incrementa los conflictos entre grupos criminales”, declaró Randall Zúñiga López, director general del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Entre 2023 y 2024, Costa Rica registró la tasa de homicidios más alta de su historia: 17 por cada 100.000 habitantes, el doble de la registrada una década atrás.
La publicación destaca que los narcotraficantes, a quienes la policía atribuye más del 70% de los homicidios, libran una guerra territorial en las costas y en San José.
“También cometen otros delitos, como explotación sexual y tráfico de especies y maderas preciosas”, se lee en el reportaje.
Parte del incremento en la criminalidad se debe a la falta de recursos de la Policía y el sistema judicial para enfrentar la crisis.
“Los criminales internacionales identificaron dos ventajas en Costa Rica, ambas establecidas en la Constitución: el país no tiene ejército y no extradita traficantes a Estados Unidos”, declaró a Le Monde Mauricio Boraschi, fiscal adjunto del Ministerio Público.
Además, el país carece de recursos marítimos y aeronáuticos para vigilar sus fronteras. Las fuerzas del orden tampoco cuentan con tecnología, equipos ni personal suficientes, y el Gobierno no ha priorizado este tema, señala el diario francés.

Un presidente populista
La crisis de inseguridad se ha intensificado desde que el presidente Rodrigo Chaves asumió el cargo en 2022, según Le Monde. El diario lo presenta como un presidente populista.
“El execonomista del Banco Mundial ha adoptado estrategias populistas desde el inicio de su mandato, atacando a la prensa y a sus adversarios políticos, a quienes responsabiliza de todos los problemas del país, incluida la inseguridad”, indica el reportaje.
El diario señala que, en un principio, el mandatario minimizó el aumento en la tasa de homicidios, argumentando que era consecuencia de enfrentamientos entre narcotraficantes.
Incluso sugirió que los medios de comunicación evitaran el término “homicidio” y, en su lugar, usaran la expresión “muertes colaterales en la guerra entre narcotraficantes”.
El presidente sostiene que no ha podido implementar sus propuestas en materia de seguridad debido a la oposición del Congreso, donde no tiene mayoría, el Tribunal Supremo de Elecciones, que ha declarado inconstitucionales algunos de sus proyectos de ley, y el sistema judicial, al que acusa de “liberar criminales”, según cita Le Monde.
En noviembre de 2024, Chaves recibió en Costa Rica a su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, con el propósito de conocer su estrategia de seguridad.
Le Monde subraya que, si bien la lucha contra las pandillas en El Salvador ha sido la más severa en la región, también ha sido cuestionada por múltiples violaciones a los derechos humanos.
“El régimen autoritario de Bukele ha eliminado el equilibrio de poderes, el pluralismo político y la mayoría de las libertades públicas”, apunta el diario.
Durante su visita, el presidente salvadoreño reiteró un mensaje que Chaves, según la publicación, quería escuchar:
“Para derrotar a la delincuencia, el presidente debe recibir apoyo total. Él es el líder, el jefe de la Policía, y nadie puede atarle las manos”, dijo Bukele.