El proyecto de tren eléctrico que el Incofer impulsará dejó por fuera a más de 3.200 usuarios que a diario viajan en las rutas entre San José, Pavas y Belén.
Aunque esa cifra de afectados sería mayor, pues al existir una mejora en el servicio, se prevé un aumento de hasta cuatro veces en la demanda, según las propias estimaciones del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer).
Así lo confirmó el jerarca de esa institución, Álvaro Bermúdez, luego de comparecer ante los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios, el pasado 4 de junio.
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Según Bermúdez, ese trayecto seguirá operando pero con los actuales trenes de diésel, bajo el modelo actual.
“Eso lo vamos a seguir operando con las máquinas que nosotros tenemos, que se compraron en la administración anterior con recursos públicos. Fueron $32 millones, no podemos simplemente no utilizar esas máquinas. Entonces, ese trayecto lo vamos a seguir utilizando con las máquinas diésel, sin electrificar, en esta primera etapa“, sostuvo el jerarca.
Esa medida dejaría por fuera el recorrido que actualmente cubre zonas industriales de alta afluencia, como es el sector de las fábricas Jacks y Demasa en Pavas, así como las estaciones de Pavas centro y La Sabana, además de los recorridos desde Pedregal y el centro de Belén, entre otros.
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Los planes de Incofer
La idea del Incofer es que la primera fase del tren eléctrico entre en operación en el 2030, pero solo contempla las llamadas línea 1 y 2, que van desde Paraíso, en Cartago, hasta la estación al Atlántico, en San José; y desde ese punto hasta Heredia y Alajuela centro, así como la conexión entre la estación al Atlántico y la del Pacífico, desde donde seguirían saliendo los trenes viejos hacia Pavas y Belén.
La propuesta también dejó por fuera las extensiones de las líneas que permitirían contar con El Coyol (donde operan gran cantidad de empresas de zona franca), Ciruelas de Alajuela y el centro de eventos Parque Viva, en La Guácima de Alajuela.
Según los estudios del Incofer, la demanda estimada para el servicio electrificado es de unos 120.00 pasajeros al día, tomando en cuenta que los viajes tendrían una frecuencia de cada 10 minutos en hora pico. Actualmente, las tres líneas cubren una demanda de alrededor de 16.000 pasajeros diarios.
La principal justificación del Ejecutivo para recortar la propuesta que dejó encaminada el gobierno de Carlos Alvarado, fue el costo del proyecto, el cual se había estimado en $1.500 millones.
El plan actual costaría $800 millones y se financiaría con créditos del Banco Centroamericano de Integración Económica (incluida la parte del Fondo Verde para el Clima que se dejó aprobada) y del Banco Europeo de Inversión.
Ambos financiamientos requieren del aval de la Asamblea Legislativa. El jerarca de Incofer indicó que su aprobación se llevaría al Congreso en el tercer trimestre de este año, para iniciar el proceso de licitación en marzo del 2026.
Álvaro Bermúdez insiste en que la demanda del plan anterior estaba subestimada. No obstante, expertos de la unidad ejecutora del fallido proyecto coinciden en que si se implementaran las líneas que se sacaron de ese proyecto, los números serían similares.
