
A menos de un mes para que finalice el 2025, San José registra 282 homicidios, cifra que supera, por mucho, los totales acumulados en los dos años anteriores. La provincia cerrará el año siguiendo, por poco, la misma tendencia violenta con la que inició. En apenas cuatro meses del 2025, San José contabilizó prácticamente un homicidio al día.
San José atraviesa hoy la peor ola de violencia en su historia. Para dimensionar lo alarmante del dato: en el 2023, el año con más homicidios registrados en la historia del país desde que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) registra los datos, se contabilizaron 220 asesinatos en San José, 62 menos que este año, al que todavía le faltan 19 días para terminar.
En todo el 2024, la provincia sumó 250 crímenes de este tipo, mientras que en lo que llevamos de este año, el dato ya se superó por 32.
Michael Soto, director a. i. de la Policía Judicial, explicó que la violencia se concentra en dos zonas de la capital: principalmente en los barrios del sur (Hatillo, San Sebastián, Desamparados y Alajuelita) y en algunos sectores del norte.
En el sur, organizaciones como Los Lara, Los Myrie y otros grupos criminales mantienen fuertes disputas por el control territorial para la venta de drogas, lo que se refleja en que la mayoría de los crímenes responden a ajustes de cuentas.
De acuerdo con Soto, el aumento en la criminalidad se ha intentado abordar desde la labor preventiva que realiza la Fuerza Pública en las calles y las investigaciones que lleva a cabo el OIJ, que permiten debilitar los grupos criminales.
Una de las organizaciones que generó violencia y disputas durante el año, explicó, es la comandada por Michael Ricardo Quesada Meléndez, alias Shaggy, detenido el 25 de noviembre en León XIII, Tibás. Este sujeto se dedicaba al tráfico de drogas y legitimación de capitales.
Además de Shaggy, las autoridades detuvieron a otros ocho hombres, investigados por los delitos antes mencionados, cuatro causas de robo y al menos 22 homicidios.
Soto destacó también la violencia impuesta por un sujeto identificado con los apellidos Vargas García, conocido como Sobrino, el presunto cabecilla de una organización dedicada al narcotráfico, quien fue detenido en junio en una operación táctica en Granadilla de Curridabat.
Este hombre comandaba la banda de Tío y Sobrino, considerada una de las principales estructuras de distribución de droga al menudeo en Cinco Esquinas de Tibás, Guadalupe, Purral, la parte alta de Coronado y en la colindancia con Granadilla y Sabanilla.
El hombre, poco a poco, fue tomando control territorial en zonas conflictivas y provocó un incremento en los hechos violentos en esas comunidades.
De acuerdo con el jerarca, hay investigaciones judiciales que continúan en curso.
“Aunque algunas provincias (como Puntarenas) han disminuido, pero lo cierto es que sigue habiendo una problemática, sigue habiendo violencia y, como lo hemos repetido en múltiples ocasiones, el abordaje para tratar de disminuir a mediano y largo plazo la criminalidad es integral”, concluyó Soto, al tiempo que recalcó que la disminución de recursos en la Policía representa un obstáculo importante para luchar contra el crimen organizado.
San José, junto con Guanacaste, son las únicas dos provincias que superan el número de asesinatos registrado el año anterior. En el caso de Guanacaste, solamente registra uno más (74) que en el 2024.
En cuanto a cantidad, Limón le sigue a San José con 166 crímenes de este tipo durante el año.
Violencia llega a Estados Unidos
La información sobre la oleada de criminalidad que aqueja a la capital llegó incluso a Washington. El pasado 11 de agosto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incluyó a la ciudad entre las más peligrosas del mundo.
El presidente republicano, de 79 años, comparó la situación en la capital estadounidense con la de “algunos de los lugares considerados los peores del mundo” en términos de inseguridad.
Citó varias capitales latinoamericanas, como Ciudad de Panamá (Panamá), Brasilia (Brasil), San José (Costa Rica), Bogotá (Colombia), Ciudad de México (México) o Lima (Perú). Además, mencionó a Bagdad, capital de Irak.
“¿Quieres vivir en lugares así? No lo creo. No lo creo”, dijo en una sala abarrotada de periodistas. Afirmó que Washington está peor que estas capitales, doblando o hasta triplicando la tasa de homicidios.
Ajustes de cuentas, la principal causa de homicidio
De los 827 asesinatos registrados en todo el país hasta el viernes 12 de diciembre, el 67% corresponde a personas de 18 a 39 años y el 66% de los casos son ajustes de cuentas o venganzas entre bandas del crimen organizado. Mientras que 645 de los asesinatos se cometieron con armas de fuego y el 90% de las víctimas son hombres.
Hace unos meses, el OIJ alertó que, de mantenerse esa tendencia, el país podría superar el récord del 2023, cuando se registraron 905 homicidios, la cifra más alta desde que el OIJ lleva este tipo de estadísticas, hace 26 años; sin embargo, los números siguen en revisión.
Las autoridades de la Policía Judicial explicaron que esperan un repunte de violencia en el cierre del año debido al aumento en la producción de cocaína en el sur del continente y el trasiego de droga hacia el norte.
Esto provoca disputas por el control de rutas y puntos de distribución. Además, con el fin de la temporada de huracanes, se intensifica la navegación de embarcaciones que transportan droga.
A estos factores se suma una mayor circulación de dinero en las calles y un repunte tanto de la delincuencia común como de los enfrentamientos entre bandas criminales.

