
Surinam pasó el 25 de noviembre de 1975 a ser el estado independiente más nuevo del hemisferio occidental, concluyendo así 327 años de dominio holandés en el territorio de 163.265 kilómetros cuadrados que es rico en bauxita y está situado en la costa nororiental de Sudamérica.
Los festejos por la independencia, que empezaron el fin de semana pasado y culminarán con la declaración formal ante la Asamblea Legislativa de 36 bancas, han sido opacados por temores de posibles choques raciales entre los sectores predominantes (hindúes y negros) de la antigua Guayana holandesa.
Los hindúes aprovecharon sus pasaportes holandeses para huir de Surinam y establecerse en Holanda desde 1974, cuando el primer ministro Henck Arron anunció, luego de negociaciones con La Haya, que se otorgaría la independencia a finales de 1975.
El éxodo empezó dos años antes cuando Arron derrotó al partido hundí en las elecciones generales de noviembre de 1973 y estableció un gabinete de coalición con otros tres partidos, que incluyó a 11 negros y dos indonesios, pero dejó afuera del gobierno a los hindúes por primera vez en años recientes.
Un 41% de la población de 384.000 personas en Surinam es hindú, 39% es negro y el resto son indonesios, chinos, holandeses y descendientes de esclavos fugitivos que reanudaron su estilo de vida en las zonas selváticas.
Los hindúes fueron traídos a la colonia como trabajadores bajo contrato tras la abolición de la esclavitud, cuando los negros rehusaron seguir trabajando para sus antiguos amos.
La curiosidad: Listos para jugar

La Proveeduría de La Nación anuncia que, tras varios días sin jugar y con varios cambios en su plantel, desean volver a las canchas. Se ponen a las órdenes de los equipos los números 23-18-11 y 23-12-11, con Claudio Ulloa y Miguel Mena.
