
Al abrirse la sesión del 29 de setiembre de 1975, el diputado Miguel Ángel Quesada Niño, del Partido Renovación Democrática, presentó una propuesta para que se conociera el dictamen sobre la llamada Ley Vesco, para reformar la Ley de Extradición.
Quesada dijo que presentaba la iniciativa para que la Asamblea Legislativa “recobre el prestigio perdido” por culpa de una ley aprobada en el periodo constitucional anterior y que protegió el refugio en Costa Rica del financista estadounidense Robert Vesco.
Vesco, acusado por un fraude de $224 millones y contribuir ilegalmente a la campaña de reelección de Richard Nixon, llegó al país como fugitivo en 1972 y Estados Unidos pretendía su extradición, pero la ley lo protegía.
Guillermo Sandoval Aguilar, del Partido Liberación Nacional, dijo que a Quesada se le ocurría que el asunto era trascendental e histórico, presuntamente porque el embajador estadounidense en Costa Rica pidió que se conociera del tema.
Alegó que hay que analizar otros extremos importantes, como el bancario y las financieras. “Yo podría decir que es urgente esto y gestionar que se tramite ya porque a mí se me ocurre. Mi voto es negativo a la moción”, dijo.
Julio Molina Siverio, de Unificación Nacional, manifestó que lamenta profundamente que una vez más se cierren los caminos en la Asamblea para tratar un dictamen que conduce a la derogatoria de la “vergonzosa” Ley Vesco.
“Por este camino, nunca podremos conocer de este asunto que fue puesto sobre el tapete, no por el embajador sino por el presidente en ejercicio, Fernando Guzmán Mata”, manifestó.
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