El magistrado de la Sala Constitucional, Fernando Cruz Castro, considera que Costa Rica maneja un doble discurso sobre el tratamiento del ambiente.
“En nuestra visión muy miope, creemos que solo lo individual es importante, y no, es lo individual y lo social. Somos con los demás y ese lema es fundamental en temas de ambiente, pero en esa simpleza se ha introducido, con mayor fuerza, una corriente en la política de ‘ay no, el ambiente son unos pajarillos, unos pececillos, eso no importa’.
”Hay una fuerte corriente subterránea de que el desarrollo es lo más importante, y el ambiente y lo ecológico son secundarios".
Así describió el Cruz cómo percibe el manejo de los temas relacionados con el medio ambiente en el país, tras 21 años de labor en la Sala. Insistió en que existe un doble discurso entre los gobernantes desde hace bastantes años.
“Por un lado, tutelamos el ambiente, la madre tierra. Y por otro, hay acciones de diversas fuentes oficiales, de grupos de interés, grupos de poder, que les estorba el tema ambiental, ya sea porque hay intereses para desarrollos o de otra índole.
”Lo he visto desde que estoy aquí (en la Sala Constitucional). ¿Por qué? Porque el ambiente parte de una idea muy diferente a la lógica del desarrollo capitalista tradicional, cuando más bien se debería buscar una economía con un eje transversal ecológico.
”No lo dicen de frente, no lo dicen públicamente, pero en el fondo, muchos grupos de poder fácticos tienen la idea de que el tema ambiental es una rémora que no permite el desarrollo“, afirmó Cruz, de 76 años.
Gandoca-Manzanillo: ‘Hay siempre una nebulosa’
El magistrado puso como ejemplo lo que ocurre con el refugio de vida silvestre Gandoca-Manzanillo, en Talamanca, en el Caribe sur, donde a la fecha sigue sin acatarse un fallo de la Sala IV, de julio del 2019.
En setiembre del año pasado, ese tribunal declaró un incumplimiento de esa sentencia y ordenó al ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, delimitar y recuperar los bosques del refugio que fueron cedidos a manos privadas, mediante una ley del 2014 que fue declarada inconstitucional.
“Esta cuestión de Gandoca-Manzanillo viene desde el 2014 y desde más atrás. Imagínese que comenzó con un decreto del 2007, con el que se pretendió reducir el área del refugio. Este decreto fue objeto de una acción de inconstitucionalidad, que fue resuelta mediante un voto del 2009, declarándose con lugar la acción.
”Esto es muy viejo, es decir, hay una parálisis para darle una respuesta a esto. Y más allá del caso concreto, le voy a ser muy sincero, en el país hay un doble discurso.
”Uno ve una constante desde el 2007, la secuencia es impresionante y todavía llegamos al 2019, se declara lo que se declaró, y todavía no se ha podido concretar algo. No sé si será que tendremos que traer expertos de la NASA para que nos lo digan.
”Es como un guion parecido desde el 2012 o el 2009, es decir, siempre tiene que ver con Gandoca-Manzanillo. Hay siempre una nebulosa, un estira y encoge tremendo, y que la Sala ha tenido lentamente que ir diciendo que hay violación al tema ambiental”, recalcó el magistrado en una entrevista con este diario.
‘La voz política del momento se impone’
Cruz, quien fue presidente de la Corte Suprema de Justicia por cuatro años, hasta el 31 de julio del 2022, fue enfático en que no se opone al desarrollo de la empresa privada, pero cree que, cuando el ambiente está de por medio, se debe procurar su conservación.
“El papa (Francisco), en su famosa encíclica sobre el tema de ambiente, lo dice o lo sugiere. Aunque yo tenga una visión muy de empresa privada, del sector privado, el ambiente me cambia el modo de producción, me lo cambia radicalmente”, apuntó.
Aseguró que el “doble discurso” que él nota también permea a las instituciones encargadas de velar por la protección y la conservación del medio ambiente.
“Hay veces que las instituciones se socavan o son instituciones de papel, porque en la práctica, la voz política del momento se impone y se puede imponer de muchas maneras”, afirmó.
Ante esa disyuntiva, Cruz es del criterio de que se debe crear una especie de superente, alejado del ámbito político, que se encargue de velar por el ambiente, por encima de la visión del gobierno de turno.
“Se debe fortalecer una desconcentración máxima y se puede fortalecer. Lo que pasa es que hay visiones políticas desde el Minae (Ministerio de Ambiente y Energía) que tal vez dan una orientación diferente”, detalló.
Adujo que, así como existe el Lanamme (Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales) para fiscalizar obras viales, “debiera existir en ambiente una oficina así, pero que tenga algún efecto vinculante”.
‘El perito va siempre a darle la razón a la persona que le paga’
El magistrado de la Sala Constitucional cuestionó que regentes ambientales, pagados por la parte interesada, se encarguen de hacer los peritajes para proyectos constructivos.
“Necesitamos darle fortaleza a dictámenes periciales que sean independientes del propio interesado, que está muy bien que lo tenga, pero no puede ser que dependamos de lo que el propio interesado financie.
”Si yo soy el que pago mi perito, no le voy a pagar para que diga algo en mi contra. Casualmente, esa es una de las debilidades: que los peritos sean financiados por los interesados. Cómo va el interesado a decir: ‘Mire, usted está violentando el ambiente’. Eso parece un poco absurdo.
“Es como decencia, es decir, no puedo basarme solo en lo que el propio interesado me dice, porque no creo que estemos en tal nivel de desprendimiento franciscano que digan: ‘Voy a pagar un perito para que me diga que estoy haciéndolo mal’.
“¿Por qué se da eso? Porque quiero cumplir con una formalidad. Para decir: ‘Un perito lo digo’. Pero, ¿y quién le paga al perito? El interesado y, entonces, el perito se va a cortar las venas y va a decir: ‘Ah, no, mire, es que usted no podía haber hecho eso’. El perito va siempre a darle la razón a la persona que le paga", aseguró Fernando Cruz.
Al señalársele que un perito puede ser juzgado si miente en un dictamen, respondió: “Y los notarios también tienen fe pública y algunos tienen que ir a lo penal, pero vea, no importa, ese es un argumento interesante.
“Usted me dice: ‘Bueno, ellos tienen deberes’. Claro que tienen deberes, pero cuando yo logro determinar que el perito dijo algo incorrecto, ya han pasado tres o cuatro años y ya el ambiente fue destruido.
“El ambiente es una cosa tan delicada que no puede esperar. Debiéramos tener una orientación que permita comprender el tema del ambiente. Y lo estoy hablando desde la pura experiencia que he tenido en la Sala", lamentó Cruz, quien recientemente percibe un incremento de casos relacionados con el agua.
“A lo mejor, como países tan pobres, no tenemos derecho a un ambiente, sino que somos quienes resuelven las necesidades de los países ricos. Ellos sí tienen derecho a un buen ambiente y nosotros somos los que tenemos que vender las joyas de la abuela, que sería el ambiente, para poder sobrevivir, porque también aquí hay muchos intereses”, concluyó.
