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El ministro de Educación Pública, Edgar Mora, presentó ante los diputados una propuesta para reajustar el plan de gastos de este año para poder pagar las nuevas pruebas nacionales FARO que se aplicarán en octubre.
Su gestión se realizó dentro de la discusión del presupuesto extraordinario del Poder Ejecutivo que realiza la Comisión de Asuntos Hacendarios.
El MEP no solicitó recursos adicionales sino que pidió a los legisladores recortar algunas partidas ya establecidas para este año y pasar ese dinero a otros rubros, como las nuevas pruebas nacionales.
Se estima que el costo de los diagnósticos serán de ¢600 millones; se aplicarán a estudiantes de décimo años en colegios académicos y undécimo de técnicos, así como a alumnos de sexto grado como plan piloto, pues en adelante lo harán los alumnos d quinto.
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También se planteó la redistribución de recursos para trasladarlos al programa Falemos Portugues, de aprendizaje de ese idioma; a la organización de los Juegos Deportivos Centroamericanos (Costa Rica será la sede) y al Programa de Bachillerato Internacional.
Además, se reajustaron rubros para aumentar el subsidio de pasajes en transporte de estudiantes e infraestructura en zonas de menor desarrollo y territorios indígenas.
El plan de gastos del Ministerio de Educación Pública para el 2019 es de ¢2,6 billones, y lo que se pretende es una reasignación de ₡3.633 millones.
Para pagar las pruebas FARO (Fortalecimiento de Aprendizajes para la Renovación de Oportunidades) y los Juegos Deportivos Centroamericanos se hará una rebaja de ¢1.500 millones de la partida de Servicios de Telecomunicaciones.
Para pagar el resto de los rubros se harán reducciones en impresión y encuadernación; compra de equipo, útiles y materiales.
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Reclamos
Los diputados de la Comisión de Hacendarios criticaron el costo de las pruebas FARO, principalmente, los ¢400 millones que costará elaborarlas.
El jerarca justificó que los exámenes se aplicarán por primera vez este año.
“Hay que construir todo el contenido, ítemes, preguntas. No tenemos antecedente de recoger ítemes de otra prueba”, dijo el Mora.
El jerarca detalló que esos ¢400 millones se usarán para la construcción de los ítemes, revisión de los mismos, revisión filológica, transcripción en braile, designación de delegados ejecutivos, entre otros. Quedó en enviar a los diputados un desglose detallado de cada uno de esos gastos.
En comparación con el bachillerato tradicional, las pruebas FARO examinará menos asignaturas pero alcanzará a más estudiantes. Para este año, se estima unos 80.000 estudiantes de décimo y 10.000 de la muestra de sexto grado.
Se evaluarían solo Matemáticas, Ciencias y Español. No se hará FARO en Estudios Sociales hasta que se modifiquen los programas de estudio ya que los actuales tienen contenidos sesgados y con adoctrinamiento ideológico.
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Estos nuevos diagnósticos no tendrán una calificación mínima, es decir, las pruebas FARO no se aprueban ni reprueban. Sin embargo, representarán el 40% de la nota final para pasar el último año de escuela o colegio.
En 2017, el MEP invirtió ¢475 millones en bachillerato ordinario. En 2018, las pruebas costaron mucho menos ,¢256 millones, esto se explica por la huelga que ocasionó, según el MEP, inconvenientes para la contratación de los servicios profesionales (delegados ejecutivos, construcción y validación de ítems, revisión filológica, calificadores de pruebas, codificadores, entre otros).
