
El suicidio y los intentos de suicidio son de los mayores problemas de salud mental en Costa Rica. Sin embargo, hay formas de prevenir y de acompañar a una persona o familia que ha pasado por estas situaciones.
Con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se conmemora este 10 de setiembre, el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) brindaron sus recomendaciones para reducir el estigma.
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De acuerdo con los especialistas, lo primero es hablar del tema con naturalidad entre familiares, amigos y grupos de compañeros. En la medida en que se levante el tabú, quienes lo han pensado no se sentirán juzgados y será más fácil para ellos hablarlo, pedir ayuda y buscar remedio a su situación de la mano de profesionales y grupos de apoyo.
“Este año, bajo el lema Cambiar la narrativa, se invita a individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos a participar en conversaciones abiertas y sinceras sobre el suicidio y el comportamiento suicida. Es un llamado a no seguir con el silencio, sino a generar espacios donde se rompan los estigmas y se dé voz a quienes más lo necesitan", destacó el Ministerio de Salud en un comunicado de prensa.
También es importante saber la diferencia entre la ideación suicida (pensarlo), el planeamiento, el intento y la consumación. Entre más temprano se detecte, mayores las probabilidades de un acompañamiento.
La CCSS recordó que este no es un fenómeno causa-efecto. Las motivaciones que llevan al suicidio son múltiples e incluyen factores sociales, culturales, biológicos, psicológicos y ambientales a lo largo de la vida.
Impacto del suicidio en Costa Rica
El Instituto de Estadística y Censo (INEC) indicó que durante 2024 se contabilizaron 366 fallecimientos por suicidio, de los cuales 69 eran mujeres y 297 eran hombres. Estas cifras son menores a las de los años anteriores (383 en 2023 y 429 en 2022), pero siguen siendo de preocupación.
Por su parte, la CCSS reportó 12.948 intentos de suicidio y lesiones autoinfligidas, 8.836 en mujeres y 4.609 en hombres.
Solano expresó que si bien las mujeres presentan más intentos de suicidio, los hombres utilizan métodos más letales que, en muchos casos, provocan la muerte desde el primer intento.
El especialista advirtió que muchos hombres no buscan ayuda en el sistema de salud por temor a que se perciba como una vulnerabilidad. “Les cuesta pedir apoyo, no reconocen que lo necesitan y, en algunos casos, no lo aceptan cuando se les ofrece”, destacó.
Señales de alerta de ideación suicida

Los especialistas coinciden en que no todas las personas dan las mismas señales, ni con la misma frecuencia e intensidad, pero estas son algunas:
- Aislamiento social.
- Falta de apetito.
- Falta de interacción.
- Cambios en los hábitos de sueño.
- Cambios en el rendimiento académico o laboral.
- Desprenderse de objetos personales, ya sea regalándolos a allegados o donándolos.
- Publicar mensajes de despedida en redes sociales.
- Decir frases como “quién sabe si te vuelva a ver”, “esta será la última vez que nos vemos”, “acuérdate de mí cuando ya no esté”, entre otras.
En estos casos, es necesario hablar de forma más directa con la persona.
“Escuche sin juzgar y ofrezca su apoyo. Hablar sobre pensamientos relacionados con quitarse la vida no causa suicidio”, destacó la OPS.
El Ministerio de Salud agrega: “ante la sospecha de una idea suicida en una persona, es importante preguntar directamente; esto abre la posibilidad de tener una zona segura para que pueda expresarse. Este sencillo acto, de la mano del acompañamiento y la activación de redes de apoyo, puede disminuir el riesgo considerablemente".
Lo siguiente es aconsejar al allegado a buscar ayuda de un profesional en psicología o psiquiatría. A veces el miedo bloquea, ofrézcase a sacar la cita o a llevarlos hasta el lugar y luego de regreso a casa.
Prevención y acompañamiento
El Ministerio de Salud presentó estas recomendaciones como parte de la estrategia Vivir la vida, de la Organización Mundial de la Salud (OMS):
Limitar el acceso a métodos de suicidio. Hacer que los métodos letales sean difíciles de conseguir da a las personas en peligro tiempo para que pasen las crisis agudas antes de tomar medidas fatales.
Desarrollar aptitudes socioemocionales para la vida de los adolescentes. Puede promover una salud mental positiva, prevenir afecciones de salud mental y reducir la implicación en conductas de autolesión y de riesgo.
Identificar, evaluar, manejar y hacer un seguimiento temprano. Garantiza que las personas en riesgo de suicidio o que han intentado suicidarse reciban el apoyo y la atención que necesitan.
En el caso de los adolescentes, también es necesario que las familias estén pendientes, porque las redes sociales pueden presentar detonantes para la salud mental.
“Las redes sociales tienen un alto impacto en la salud emocional de los adolescentes, ya que ellos siguen un ‘ideal’ de vida expuesto que, prácticamente, en la vida cotidiana es imposible de cumplir a cabalidad”, comentó el psicólogo Dagoberto Solano Marín.
A esto se le debe añadir que muchos jóvenes viven violencia y bullying en los centros educativos.
¿Cómo acompañar a los allegados de alguien que murió por suicidio?
Estas personas se denominan sobrevivientes de suicidio. Este duelo es muy difícil de llevar porque sentimientos como la culpabilidad y la impotencia afloran.
- Escuche sin juzgar
- No pregunte detalles del evento
- Pregunte en qué puede ayudar
- Anímelos a buscar ayuda profesional y grupos de apoyo
- Esté pendiente de si necesitan algo
