
Plantar árboles en las aceras o jardines urbanos es una decisión positiva de ornato y calidad de vida en zonas urbanas, pero si no se elige bien la especie y el lugar, el resultado puede ser la destrucción de aceras e interrupciones del servicio.
Ramas que alcanzan los cables eléctricos, raíces que levantan aceras y frutos que atraen fauna que puede electrocutarse son algunos de los problemas frecuentes derivados de una selección inadecuada.
Para prevenir estas situaciones, el ingeniero Quírico Jiménez —exdirector de Gestión Ambiental de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH)— elaboró una guía gratuita que detalla cuáles especies pueden sembrarse cerca de tendidos eléctricos sin poner en riesgo la infraestructura ni la vida silvestre.
La gran mayoría son fáciles de conseguir en viveros o de reproducir por estacas.
“Muchas veces no es por desinterés, sino por desconocimiento. Se plantan árboles que después deben cortarse porque alcanzan alturas peligrosas o sus raíces afectan casas, muros y calles”, explicó Jiménez, quien desarrolló el catálogo con énfasis en especies nativas y exóticas de bajo porte, adaptadas al Valle Central.
El mensaje general del documento es claro: plantar árboles donde sea posible en zonas urbanas es vital para la calidad de vida, pero deben situarse con conocimiento.
La guía también recuerda que el Código Civil de Costa Rica regula la plantación cerca de propiedades ajenas: prohíbe sembrar árboles grandes a menos de 5 metros y arbustos a menos de 2 metros del lindero.
Además, los propietarios tienen derecho a exigir el corte de ramas o raíces que invadan su terreno.
A nivel eléctrico, la altura mínima de las líneas de distribución es de 7,5 metros, por lo que se recomienda no sembrar especies que sobrepasen los 5-6 metros.
Si un árbol interfiere con la red y el dueño de la propiedad impide su intervención, podría verse obligado a cubrir los costos de reubicación del tendido o incluso enfrentarse a la suspensión del servicio.
Árboles frutales: un riesgo para la fauna
El documento previene especialmente contra el uso de árboles frutales en zonas cercanas a líneas eléctricas, ya que estos atraen animales como pizotes, ardillas, monos y aves, que al intentar alimentarse podrían entrar en contacto con los cables y sufrir descargas fatales.
“La gente quiere sombra o cosechar frutos, pero al sembrar sin planificación se expone a interrupciones del servicio o incluso a daños severos para la fauna silvestre”, agregó el especialista.
La publicación sí lista una sección adicional que recomienda especies de mayor altura para áreas más amplias como parques o zonas verdes institucionales o propiedades privadas sin cercanía de líneas eléctricas.
Sembrar inteligentemente no solo protege el entorno, aconseja el documento, también cuida la seguridad del vecindario, la continuidad del servicio eléctrico y la integridad de la biodiversidad que convive entre las ciudades.
Muchas de estas especies producen flores atractivas, ya sea por su belleza ornamental o por su capacidad para atraer polinizadores como abejas, mariposas y colibríes.
Algunas también producen frutos comestibles para aves pequeñas. Las descripciones de cada planta incluyen su nombre común y científico, familia botánica, una breve descripción, tipo de propagación, preferencia de sol o sombra, y lugar de origen.
El catálogo está disponible gratis en el sitio en línea de la ESPH.

¿Qué especies sí se pueden sembrar?
El catálogo contiene 42 especies adecuadas para espacios reducidos, con una altura máxima de entre 2 y 6 metros. Incluye arbustos, hierbas y árboles pequeños que no comprometen el tendido eléctrico. Estos son algunos ejemplos:
- Acerola (Malpighia glabra): arbusto de hasta 5 metros que produce frutos rojos atractivos para aves.
- Amapola/Amapolita (Malvaviscus penduliflorus): arbusto ideal para setos vivos, tolera bien las podas.
- Aurora (Mussaenda erythrophylla, Rubiaceae): Arbusto de hasta 3 metros de altura con flores amarillentas rodeadas de sépalos rosados, rojos o blancos. Se reproduce por estacas y prefiere plena exposición solar.
- Botón de oro (Galphimia glauca): arbusto con flores amarillas, fácil de cultivar a pleno sol.
- Campanita morada (Ipomoea carnea, Convolvulaceae): Arbusto de hasta 2 metros que puede crecer como enredadera. Flores grandes de color blanco, morado claro o rosado. Tolera bien las podas.
- Caña agria (Costus pulverulentus, Costaceae): Hierba de hasta 2.5 metros, con flores rojizas a anaranjadas. Puede crecer en sitios sombreados y se reproduce por divisiones.
- Clavelón (Hibiscus rosasinensis, Malvaceae): Arbusto de hasta 3 metros con flores de muchos colores. Requiere podas frecuentes y las tolera muy bien.
- Cinco negritos (Lantana camara, Lamiaceae): Arbusto de hasta 2 metros con flores amarillas, anaranjadas o rojas. Se reproduce por estacas y semillas y crece a plena exposición solar.
- Coral (Odontonema tubaeforme, Acanthaceae): Arbusto de hasta 3 metros con flores rojas vistosas. Tolera sombra parcial y podas.
- Estrella fugaz (Clerodendrum quadriloculare, Lamiaceae): Arbusto de hasta 5 metros con grandes inflorescencias vistosas de flores blancas a rosadas. Prefiere plena exposición solar.
- Garbancillo, Pingo de oro (Duranta erecta, Lamiaceae): Arbusto de hasta 4 metros con flores lilas a blancuzcas y frutos amarillos. Muy cultivado como seto vivo y se adapta bien a las podas.
- Ixora o flor de fuego (Ixora coccinea): arbusto muy usado por su colorido y respuesta favorable a las podas.
- Turnera (Turnera ulmifolia): arbusto bajo con flores amarillas que sirve como barrera viva.
- Veranera (Bougainvillea glabra): arbusto trepador que requiere podas para control de tamaño.
