El bruxismo, ese molesto síntoma que para algunas personas es un “apretar” de dientes y para otras “rechinarlos”, puede ser no solo doloroso, sino también problemático en el largo plazo.
Las consecuencias varían, porque dependen de la intensidad con la que se aprieten o rechinen los dientes y de la frecuencia. En la lista figuran dolor de muelas y dolor orofacial, en donde el malestar se siente más bien en la cabeza o el oído.
El principal problema es que la persona no siempre se percata de esta situación, ya que el bruxismo es en muchas ocasiones involuntario.
Por eso en Siéntase Pura Vida vamos a abordar el tema. Para ello se cuenta con la ayuda de la odontóloga y odontopediatra y especialista en ortopedia maxilar Consuelo Villanueva Fuenzalida.
“Antes se creía que era un trastorno o una enfermedad en sí mismo, pero en realidad es un síntoma, una señal de que algo está pasando en ese paciente”, resumió la especialista.
¿Qué es el bruxismo?
Villanueva describió al bruxismo como una actividad aumentada de los músculos masticatorios. Esta se produce por una alteración en el sistema nervioso central y puede deberse a diversas causas.
“Hay afectación en los neurotransmisores, principalmente en la serotonina y la dopamina”, expuso la especialista.
Los neurotransmisores, como su nombre lo sugiere, son sustancias que el sistema nervioso utiliza para comunicarse entre sí. La serotonina normalmente se conoce como “la hormona de la felicidad”. Sin embargo, en el caso del bruxismo, niveles alterados de serotonina “desordenarían” el sueño y estimularían la actividad aumentada.
La dopamina, por su parte, está implicada en la regulación del tono muscular y el control de los movimientos. Alteraciones en el sistema de dopamina pueden estar asociadas con la aparición del bruxismo.
Estos movimientos mandibulares pueden producirse tanto en el día como en la noche, pero hay diferencias entre el bruxismo diurno y el nocturno.
“Las causas del bruxismo en el sueño o el de vigilia son diferentes, pero en ambos hay desorden de neurotransmisores”, precisó Villanueva.
Bruxismo de día

Villanueva manifestó que el bruxismo durante el día está relacionado con eventos tensionales y estrés crónico, o trastornos como la ansiedad y la depresión. En algunas personas, está relacionado con la deficiencia de vitamina D.
En ciertos casos, además, hábitos como “comerse” las uñas, mascar chicle, o morder hielo pueden estar relacionados con el bruxismo.
“En el bruxismo de día la presentación principal es de ‘apretar’ dientes y no de rechinarlos. Rechinarlos es más usual durante el sueño”, manifestó la experta.
Bruxismo de noche
Villanueva explicó que el bruxismo de noche normalmente está vinculado con una enfermedad de base, como la apnea del sueño, problemas respiratorios o trastornos del sueño.
También puede estar relacionado con anomalías o deformaciones en las amígdalas, adenoides o fosas nasales. Quienes tienen reflujo gastroesofágico o deficiencia de hierro también son más propensos a bruxismo nocturno.
Medicamentos contra la depresión o hiperactividad también aumentan el riesgo de este mal.
En el caso de los niños, si no tienen buenas rutinas de sueño o duermen pocas horas, pueden aumentar el riesgo de sufrirlo.
“Si usan muchas pantallas durante el día o consumen mucha azúcar, esto va a tener el cerebro más estimulado y podrían descargar más neurotransmisores y aumentar el bruxismo durante el sueño”, destacó la especialista.
Detectar el bruxismo
Es difícil prevenir el bruxismo, porque tiene múltiples causas y porque difícilmente la persona no se percata de ello, de ahí que no hay una receta para prevenirlo.
Sin embargo, sí puede detectarse a tiempo para evitar complicaciones.
Es más difícil que la persona se percate de si tiene bruxismo nocturno, pero es más fácil para quienes la rodean. No es extraño que sea la pareja del adulto o los padres de un niño los primeros en darse cuenta.
En el caso del bruxismo de día, sí es más fácil percatarse, aunque sea involuntario. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, la alerta es el dolor en la mandíbula, la cabeza o el oído.
Aunque el odontólogo usualmente tiene la respuesta de cómo tratar este dolor y evitar el desgaste en los dientes, primero debe encontrarse la causa.
Una visita a un médico general permitirá una referencia ya sea a un otorrinolaringólogo, gastroenterólogo o psicólogo o psiquiatra, para posteriormente ir con el odontólogo.
No obstante, si usted ha tenido dolor mandibular, de cabeza o cara es bueno que lo comente en su próxima visita al dentista.
¿Cómo tratar el bruxismo?
Esto dependerá de la causa, pero también de la intensidad y frecuencia. Hay casos, especificó la especialista, en los que es transitorio y puede durar poco tiempo. En dichos casos podría desaparecer solo y no habrá problemas de dolor, desgaste dental o “desacomodo” de la mandíbula y pueden llevar un tratamiento puntual por corto tiempo.
Los casos donde ya hay desgaste sí podrían utilizar una férula para evitar el desgaste dental y el dolor. Las férulas son dispositivos que se colocan tanto en los dientes superiores como inferiores que evitan el choque de los dientes e impiden su desgaste.
Sin embargo, es necesario buscar la causa para no solo tratar ese “apretar de dientes” sino trabajar el motivo y que desaparezca el bruxismo.
“Nosotros nada hacemos recetando férulas si la causa no se trata. Debemos conocer y atender la causa”, subrayó Villanueva.
Siéntase Pura Vida: Estos otros temas pueden interesarle
¿Qué es el déficit calórico y por qué se requiere guía para realizarlo?
Dieta cetogénica o keto: mitos, verdades y otras dudas
¿Por qué no es buena idea tomar vinagre de manzana con limón para bajar de peso?
¿Cómo quitar el estreñimiento?
¿Cómo desinflamar el estómago? Sepa cuándo es momento de visitar a un médico
¿Cómo quitar la congestión nasal?
Un rato de ‘no hacer nada’ es necesario por salud mental, pero ‘cerebro acelerado’ lo impide
