
Los docentes costarricenses ejercen la enseñanza con desgaste emocional. Así lo afirmó el 87% de los 9.398 educadores que participaron en el Estudio sobre las Condiciones y Desafíos de los Docentes y del Magisterio Nacional, presentado recientemente por el Colegio de Licenciados y Profesores en Letras, Filosofía, Ciencias y Artes (Colypro).
La información expone que el bienestar integral del personal docente está ante lo que califican “un panorama crítico”.
“Un 78% de las personas participantes señala que su trabajo no les permite conciliar adecuadamente su vida personal, familiar y laboral; y un 87% afirma que la labor educativa les genera un desgaste emocional significativo”, detalla el estudio.
El informe señala “la urgencia” de implementar una política nacional de bienestar docente que incluya servicios de apoyo psicológico, programas de prevención del estrés laboral, protocolos claros de atención y seguimiento, y acciones institucionales de acompañamiento continuo. Un 91% de los profesores dijo que no cuentan con servicios de apoyo psicológico o programas de bienestar emocional en sus centros educativos.
De todos los encuestados, 7 de cada 10 señalaron que su vida laboral no es compatible con la familiar; asimismo, 1 de cada 4 educadores reveló que fue diagnosticado con agotamiento laboral o burnout.
El estudio indica que un 48% de los docentes consultados ha recibido incapacidades médicas en el último año por problemas relacionados con su trabajo, las principales causas son: estrés, ansiedad, afecciones de la voz y lesiones musculares.
“Estas cifras evidencian una situación de riesgo sostenido que requiere acciones urgentes para proteger la salud y la permanencia del cuerpo docente”, advierte Colypro.
Si bien un 54% de las personas encuestadas afirmó sentir emociones positivas como la felicidad y un 84% se identifica profundamente con su labor, el estudio señala que a la vez experimentan insatisfacción: el 64% se declara parcialmente satisfecho con su trabajo actual, mientras que el 12% dice estar insatisfecho. Por otro lado, un 65% pensó, en reiteradas ocasiones, durante el último año, renunciar a su trabajo.
Docentes no aconsejan estudiar educación
La información revela que 7 de cada 10 docentes consultados aseguraron que no recomendarían estudiar educación. Eso sí, un 74% de los educadores, motivados por la vocación, confiaron que se sienten satisfechos con la profesión.
“Sin embargo, un 30% está pensando en abandonarla, motivado principalmente por la baja valoración social de la labor docente (según lo reconoce el 85% de las personas encuestadas) y por la falta de certeza respecto a la estabilidad laboral a futuro, indicador que solo el 23% percibe positivamente”, detalla la información de Colypro.
Temor a denuncias falsas
En su quehacer diario, además de desgaste emocional, los docentes costarricenses afirman trabajar con temor: un 91% de las 9.398 personas que participaron en esta investigación afirmaron experimentar miedo, en mayor o menor grado, a ser objeto de una denuncia falsa.
De los consultados, un 50% admitió sentir temor frecuentemente y un 41% señaló que lo experimenta de manera ocasional. Solo un 9% aseguró no vivir nunca ese sentimiento.
Para César Toruño, presidente de Colypro, estas elevadas cifras tienen sentido debido a la zozobra constante que experimentan los docentes.
Sostuvo que, además de la carga laboral y la brecha salarial, los profesionales en Educación sufren amenazas por parte de estudiantes, padres y madres.
“Un docente siente el temor de que si es muy rígido con la calificación, podrían inventarle denuncias falsas”, aseveró Toruño.
