Cada año, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) recibe al menos 800 recursos de amparo interpuestos por ciudadanos a los que se les niega un medicamento.
Cada uno de estos recursos significan una inversión de ¢262.809 en dinero 1.201 minutos (20 horas) en tiempo. A esto se le debe asignar la inversión que debe hacerse en los fármacos, pues en la mayoría de las ocasiones se falla en favor del asegurado.
Por ello, la CCSS trabaja en una estrategia para asegurarse la compra de estos tratamientos de una forma menos onerosa y que evite los recursos de amparo, siempre y cuando la indicación de la terapia esté sustentada.
Esta propuesta fue presentada ante la Junta Directiva de la institución en la sesión de este jueves.
Ricardo Pérez Gómez, secretario técnico del Comité de Farmacoeconomía de la CCSS, ilustró la situación con un ejemplo: el Nintedanib, un fármaco indicado para la fibrosis pulmonar (condición en la que los pulmones se cicatrizan y engrosan, lo que dificulta la respiración e intercambio de oxígeno).
Este tratamiento comenzó a solicitarse en 2022, cuando no formaba parte de la lista oficial de medicamentos (LOM) de la institución. En el tiempo que estuvo fuera de la LOM (no precisó el lapso) hubo 103 recursos de amparo, estimados en ¢27,07 millones.
A esto se le añadió que de esta forma el medicamento fue más caro para la institución. El tratamiento para una persona durante un año tiene un valor de $38.449 (cerca de ¢19,69 millones). En total, en medicamentos debieron pagar $2.189.492 (unos ¢1.121 millones).
La nueva propuesta es negociar el medicamento por medio de la Comisión Negociadora de Oferente Único. En este caso se hubiera tomado un precio negociado de $25.504 por paciente por año. Y sin costos por recursos de amparo. El costo total habría sido de $1.672.294, un 25% menos, detalló Pérez.
“Nos hubiéramos ahorrado más de medio millón de dólares y mucho tiempo para el paciente”, expuso.
En la presentación venían otros ejemplos. Uno es el trastuzumab deruxtecan, dirigido a un tipo específico de cáncer de mama. Cada tratamiento de un año, sin negociación, tiene un costo de $147.251 (¢75,4 millones). Por este medicamento se interpusieron 49 recursos de amparo. El equivalente a $2,31 millones (¢1.184 millones) en tratamientos y $24.849 en recursos de amparo (¢12,72 millones). Si se hubiera negociado con la nueva propuesta, cada tratamiento anual habría salido en $106.635, sin recursos de amparo y el ahorro hubiera estado cercano a los $445.000.
“No solo hay que verlo por el costo. Hay que ver al paciente, en el mejor de los casos dura de tres a cuatro meses en recibir un medicamento después del recurso de amparo, mientras la enfermedad progresa”, estableció Pérez.
En 2024, los recursos de amparo asociados a salud representaron el 41% de los asuntos presentados ante los magistrados. Esta cantidad incluye no solo los reclamos relacionados con medicamentos, también con listas de espera, cirugías y exámenes médicos, entre otros.
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¿En qué consiste el nuevo plan?
Se trata de una ruta transitoria para acelerar el acceso a los fármacos, precisó Pérez. El Comité Central de Farmacoterapia autoriza estos tratamientos individualizados (ya avalados por un médico o comité médico tratante en el que se establezca la necesidad) y los asigna como prioritarios; lo anterior mientras se hacen los estudios para ver si se incluyen en la LOM.
Ya hay en lista unos 67 productos de alto costo financiero. Estos siguen siendo casos excepcionales, porque el 97% de los medicamentos prescritos a los asegurados están dentro de la LOM.
“De hecho ahora estamos viendo una tripleta muy cara que cuesta unos $250.000 a $300.000 por paciente al año. Pero con esta ruta transitoria se puede contener, porque el medicamento puede ser negociado. Se les dará en forma oportuna a los asegurados y se contendrá. De todas formas, si se les dice que no, viene todo el gasto en recursos de amparo y se les tiene que dar el medicamento de todas formas”, señaló Pérez.
Estos medicamentos normalmente tienen oferente único (pues son innovadores de farmacéuticas) y se negocian a través de la Comisión Negociadora de la Gerencia de Logística. Se habla con el proveedor y se negocia.
“Hay una banda que le entregamos a la Gerencia de Logística según los precios de referencia internacional. En esa banda de los precios que Costa Rica podría aportar, lo negociamos”, dijo Pérez.
Esteban Vega de la O, gerente de logística, dijo que el precio final depende mucho del medicamento, de la cantidad de pacientes y de sus perfiles. Los ahorros, según el caso, pueden ir de un 10% a un 50%.
“Cuando usted ya tiene dos amparos, tres amparos, cinco amparos, es algo que no puede controlarse. No deberíamos esperar a tener cien. ¿Por qué esperamos hasta 100 o hasta 90 para tomar una decisión?" (de incluir en la LOM), afirmó Vega.
El gerente de logística añadió que las tecnologías médicas ahora son otras y avanzan mucho más rápido, y esto mete presión a la consecución de nuevas terapias.
Este método no llevará a los recursos de amparo a cero, pero sí pretende reducirlos al mínimo posible.
La Junta Directiva acordó que la Dirección de Farmacoepidemiología trabaje en la implementación de esta propuesta con la Gerencia de Logística y presenten resultados en seis meses.
