Sean visitantes extranjeros o costarricenses en busca de descanso, los vuelos domésticos en Costa Rica implican un costo adicional de vacaciones, pero para algunos pueden ser una solución efectiva contra el estrés y el cansancio de conducir por las vías nacionales.
Además, pueden ahorrar tiempo valioso en caso de emergencias que requieran desplazamientos rápidos a zonas alejadas.
Un análisis de las operaciones aéreas internas, basado en la programación de vuelos para 2024 del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), muestra una clara predominancia del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría como principal punto de conexión hacia destinos turísticos o comunidades remotas.
En contraste, el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber Quirós, en Liberia, aunque esencial para el turismo en Guanacaste, cumple una función más receptiva en el contexto doméstico (su principal papel es servir como conector de vuelos internacionales comerciales y privados).
Su proximidad a destinos como Tamarindo, Nosara y la ciudad de Liberia lo posiciona como una puerta de entrada estratégica para quienes prefieren ir de paseo en el Pacífico Norte.
El año pasado, el aeropuerto de Liberia registró 2.153 vuelos, con casi 70.000 asientos disponibles en ellos, lo que representó el 17% de la oferta doméstica en 2024. En cambio, el Juan Santamaría acumuló 14.438 vuelos y cerca de 340.000 asientos, es decir, el 83% del total.
Dos operadores dominan el mercado
Actualmente, el mercado de vuelos domésticos está dominado por dos aerolíneas: Servicios Aéreos Nacionales S. A. (SANSA) y Costa Rica Green Airways.
SANSA, con la red más amplia del país, conecta el Juan Santamaría con destinos como Bahía Drake, Cóbano, Puerto Jiménez, Quepos y Golfito (en Puntarenas); La Fortuna (en Alajuela); Liberia, Nosara, Punta Islita y Tamarindo (en Guanacaste); y Puerto Limón y Tortuguero (en Limón).
Por su parte, Costa Rica Green Airways ofrece un servicio más selectivo, con vuelos a Quepos, Cóbano y Puerto Jiménez (Puntarenas), además de Nosara (Guanacaste). Su enfoque está orientado a rutas específicas en el Pacífico Central y Sur, lo que complementa la oferta general del mercado.
La programación de vuelos para 2024 del ICT destaca las rutas con mayor flujo de pasajeros, todas ubicadas en la provincia de Puntarenas:
- Quepos (Puntarenas): Con 2.782 vuelos y casi 79.000 asientos disponibles, es el destino más popular del Pacífico Central, gracias a su cercanía con el Parque Nacional Manuel Antonio.
- Tambor (Puntarenas): Punto clave en la Península de Nicoya, conocido por sus playas y opciones turísticas, con 1.098 vuelos y 82.350 asientos.
- Puerto Jiménez (Puntarenas): Entrada a la Península de Osa y al Parque Nacional Corcovado, registró 2.669 vuelos y 45.277 asientos.
- Cóbano (Puntarenas): Otro destino importante, especialmente para acceder al Caribe Norte, acumuló 1.688 vuelos y 66.268 asientos.
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¿Cuánto cuesta un vuelo ida y vuelta?
El precio de los vuelos domésticos varía según el destino, la demanda estacional y la anticipación con que se haga la reserva, al igual que ocurre con los vuelos internacionales.
Por ejemplo, un vuelo ida y vuelta entre el Juan Santamaría y Puerto Jiménez, reservado este mes de junio para la segunda quincena de noviembre, cuesta entre ¢140.000 y ¢161.000, según la aerolínea.
Para un viaje entre el Juan Santamaría y el aeropuerto de Liberia, en la segunda quincena de enero de 2026, el costo ronda los ¢154.000 con SANSA.
Si se planifica una visita a Tortuguero (Limón) en febrero del próximo año, el vuelo desde la terminal de Alajuela promedia ¢114.000 en rutas directas.
Hacia Nosara, el precio varía entre ¢127.000 y ¢161.000, según la empresa aérea.
Un pasaje ida y vuelta sin escalas entre Cóbano y el Juan Santamaría, reservado este mes de junio para la primera quincena de marzo de 2026, cuesta entre ¢123.000 y ¢142.000.
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