
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) cambió su proyección sobre las tarifas eléctricas a regir en el 2026, según reflejan dos estudios tarifarios: uno del 17 de noviembre y otro del 2 de diciembre.
En noviembre, la Intendencia de Energía estimaba en el estudio ET-088-2025 que los usuarios del servicio eléctrico enfrentarían fuertes aumentos, con alzas que alcanzarían hasta 18,9% en algunas distribuidoras.
Sin embargo, apenas dos semanas después, los cálculos definitivos concluyeron que esas mismas tarifas debían bajar, en rangos que van desde –4,93% hasta –16,44%, según el operador; tal y como lo revela el estudio ET-094-2025 del 2 de diciembre.
Esas rebajas previstas empezarían a regir a partir del 1.º de enero de 2026, justo un mes antes de las elecciones presidenciales del 1.º de febrero.
Según documentación en ambos expedientes, la diferencia entre las estimaciones obedece a dos momentos regulatorios distintos.
El primero fue una primera proyección sin considerar el Costo Variable de Generación (CVG), el gasto en generar electricidad con combustibles fósiles y con apoyo en importaciones de este año. El segundo, fue un cálculo posterior que sí incorporó dicho factor, junto con una liquidación de periodos anteriores, que arrojó un saldo millonario a favor de los abonados.
Ese ajuste alteró el panorama tarifario para 2026: los costos reales de generación térmica del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) quedaron más bajos de lo previsto en noviembre, las importaciones del Mercado Eléctrico Regional resultaron menores y la liquidación acumulada favoreció al usuario final, revela la documentación técnica de Aresep.
Este viernes, el Intendente de Energía, Mario Mora, explicó que “recibiremos el año con una disminución de las tarifas eléctricas, para contribuir con la economía nacional, particularmente de los hogares y la industria”.
Mora Quirós indicó que el aspecto que incide en la rebaja fue menos generación térmica y un aumento de las exportaciones, pero no por una gestión más eficiente de las empresas eléctricas.
El informe técnico IN-0141-IE-2025, emitido el 17 de noviembre, aplicó la metodología extraordinaria que traslada a las distribuidoras cualquier variación en las tarifas de generación y transmisión del ICE.
Bajo esa metodología, la Intendencia debía reconocer el otro año dos elementos: el fin de una rebaja temporal este 2025, cuando la Aresep había reducido las tarifas del ICE en un 35,73% para generación y 9,99% para transmisión y una solicitud del ICE de aumentar sus precios en 2026, con un ajuste del 2,41% en generación y 22,33% en transmisión.
La combinación de ambos factores generó previsiones iniciales de alzas significativas en las tarifas de distribución, que iban del 4,31% (Coopelesca) hasta un máximo del 18,91% (CNFL).
En esta fase, la Aresep advertía que se trataba de una estimación preliminar y que el resultado final dependería del análisis posterior del CVG.
Ese cambio llegó 15 días después con el documento IN-0152-IE-2025 (del 2 de diciembre y contenido en el estudio ET-094-2025), que aplicó la metodología del CVG.
En este informe se determinó que el CVG para 2026 era −7,77%, debido a menores gastos en combustibles, menos generación térmica, importaciones netas más bajas y una liquidación a favor de los usuarios por ¢53.092 millones.
Este resultado arrastró a la baja los costos que las distribuidoras enfrentan al comprar energía al ICE, y transformó el ajuste extraordinario: los aumentos previstos se convirtieron en rebajas.
