En cuatro meses se iniciarían los movimientos de tierra necesarios para la ampliación de la pista de aterrizaje del aeropuerto Juan Santamaría.
Así lo informaron Eduardo Montero, vicepresidente del Consejo Técnico de Aviación Civil (Cetac) y Rafael Mencía, gerente general de Aeris, firma a cargo del aeropuerto.
La obra, estimada en $16 millones, consistirá en la construcción de una calle de rodaje para aeronaves al sur de la pista, parte de los trabajos se desarrollarán en el lote donde estaba ubicado el conocido bar La Candela.
La calle de rodaje será utilizada por los pilotos para dirigirse a un extremo de la pista y prepararse para el despegue. Actualmente, el aeródromo solo tiene una vía para estos fines al costado norte de la pista de aterrizaje (frente a las mangas de abordaje).
Esta inversión forma parte de un portafolio de obras por $100 millones, las cuales están programadas para los próximos dos años.
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Mencía aseguró que, en principio, el inicio de la calle de rodaje sur estaba previsto para el 2018. Sin embargo, las labores se adelantarían y estaría lista durante el próximo año.
"La finalización del proceso de expropiación de La Candela nos permite ser más ambiciosos con el cronograma de trabajo e iniciar pronto. Actualmente tenemos diseños preliminares y entraremos a la fase de diseños definitivos", comentó Mencía.
Esta vía es una prioridad para el Cetac, pues en los últimos años ha aumentado la llegada de aviones de cuerpo ancho. Este tipo de naves tiene fuselajes de un diámetro de hasta seis metros, posee dos pasillos y tienen una capacidad superior a los 300 pasajeros.
"En especial, cuando vienen los aviones de cuerpo ancho hay que paralizar la operación del aeropuerto por lo que implica la preparación de despegue o aterrizaje de un avión de ese tipo y ya con esta calle nueva se van a poder tener operaciones más cómodas", comentó Montero.
Fin a un largo proceso
Este jueves se realizó la toma de posesión del inmueble donde estaba ubicado el bar La Candela, este trámite le pone fin a un proceso de expropiación que se extendió por más de 15 años.
La disputa legal entre el propietario y el Estado ha frenado el desarrollo del Juan Santamaría por años, ya que el espacio que ocupaba también es necesario para el traslado y mejora del hangar de Bomberos.
Finalmente, el Cetac pagó ¢700 milllones por el lote de La Candela, pero retuvo ¢145 millones por impuestos de renta atrasados por los periodos 2000 y 2001.
"Significa mucho porque el proceso de expropiación terminó y el Estado toma posesión del inmueble, a su vez estamos poniendo el lote en posesión del gestor (Aeris) para las obras necesarias", agregó Montero.
La Candela, que por más de 20 años fue un sitio para asistir a observar despegues y aterrizajes, cerró sus puertas el pasado 18 de abril.