
Al menos 545 sitios ubicados en 33 rutas de montaña presentan características de deslizamiento, según un análisis realizado por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme).
De acuerdo con los hallazgos de dicho estudio, en las rutas que conforman la red vial estratégica, es decir consideradas como primarias, se identificaron ocho puntos que requieren labores de manejo de agua de escorrentía superficial para aminorar los riesgos y en otros 10 se recomendó realizar análisis con mayor detalle, incluyendo la exploración geotécnica con uso de software especializado.
La misma evaluación indicó que en las redes primarias se identificaron 364 sitios con hallazgos asociados con problemas de escorrentía superficial, 327 muestran la presencia de algún tipo de deslizamiento, 216 de estos descubrimientos están relacionados con la erosión del material que compone el talud y 103 sitios cuentan con material acumulado al pie del talud.
Además, se identificaron otros problemas como roca fracturada, formación de grietas y hundimientos.
Entre las rutas que presentaron mayor cantidad de sitios con estas condiciones se encuentran la Interamericana sur, la ruta 141 (entre Naranjo y Ciudad Quesada) y la 142 que va desde La Fortuna de San Carlos hasta Tilarán en Guanacaste.
En la ruta 1 (Interamericana norte), se identificaron 37 puntos que requieren algún tipo de atención, mientras que en la ruta 32 se contabilizaron 69.
En cuanto a las rutas de la red complementaria, el documento concluye que al menos siete lugares cuentan con recomendaciones generales de manejo del agua de escorrentía superficial y otros siete requieren de un análisis con mayor detalle del sitio.
Hay 206 puntos que muestran hallazgos, asociados con problemas de escorrentía superficial, 218 muestran la presencia de algún tipo de deslizamiento, 67 de los hallazgos están relacionados con la erosión del material que compone el talud y 47 sitios cuentan con material acumulado al pie del talud.
En el caso de rutas secundarias, los mayores riesgos se encontraron en las rutas 228, en Quebradilla de Cartago; la ruta 206, de San Miguel de Higuito a Copalchí; la ruta 303 también en San Carlos, y las 707 en Atenas.
De acuerdo con la información del Lanamme, durante la inspección de estas vías se usaron herramientas acreditadas que además fueron validadas en campo por especialistas geotecnia. Además, se desarrollaron mapas de calor que le permitirían a la administración tomar decisiones sobre las posibles intervenciones, considerando aspectos históricos y reiterados de zonas donde se han presentado deslizamientos o que serían más propensas a estas condiciones.

“Si bien la inspección visual ofrece una fotografía del estado actual, las decisiones definitivas deben sustentarse en estudios geotécnicos completos realizados por profesionales especialistas designados por la administración”, agregó el documento.
Los expertos advirtieron que la omisión de las recomendaciones, podría significar riesgos económicos a la administración y a los usuarios de las rutas, debido a que si no se realizan evaluaciones detalladas, podrían no detectarse problemas subyacentes que podrían provocar inestabilidades en los taludes.
“Esto puede resultar en deslizamientos o fallas estructurales que afecten carreteras, puentes u otras infraestructuras cercanas. En este mismo sentido, la reparación o reconstrucción de estas estructuras podría requerir inversiones significativas, y se podrían generar mayores costos de mantenimiento pues tenderían a ser más frecuentes”, agrega el informe.
Asimismo advirtieron que en estos casos, los problemas más “palpables” surgen por los cierres de carreteras o desvíos, lo que causa costos adicionales para la administración en términos de reparaciones de emergencia, y además afecta la economía local y nacional debido a los retrasos en el transporte de bienes y personas.
