Ciudad del Vaticano. El estado de salud del papa Francisco, de 88 años y hospitalizado desde hace más de una semana, sigue siendo “crítico” y su “pronóstico es actualmente reservado”, indicó este sábado por la noche el Vaticano, que aludió a una “crisis respiratoria asmática”.
“El estado del Santo Padre sigue siendo crítico y (...) el Papa no está fuera de peligro. Esta mañana, el papa Francisco tuvo una crisis respiratoria asmática prolongada, que también requirió la aplicación de oxígeno a alto flujo”, indicó el Vaticano en un comunicado.

“Los análisis de sangre efectuados hoy también revelaron una trombocitopenia (problemas hematológicos), asociada a una anemia, que requirió la administración de una transfusión sanguínea. El Santo Padre permanece alerta y pasó el día en un sillón, aunque está sufriendo más que ayer. El pronóstico es actualmente reservado”, precisa el comunicado.
El equipo médico que lo trata había precisado el viernes por la tarde, en rueda de prensa, que un comunicado largo en general significa que la evolución del estado de salud del sumo pontífice no es buena.
“¿Está el Papa fuera de peligro? No, el Papa no está fuera de peligro”, afirmó entonces el doctor Sergio Alfieri a los periodistas en el hospital romano de Gemelli, donde se encuentra ingresado el Pontífice.
Francisco ingresó el 14 de febrero, inicialmente por una bronquitis, pero la Santa Sede indicó el martes que había desarrollado una neumonía en los dos pulmones, una infección del tejido pulmonar potencialmente letal.
Pronostico reservado
La Nación de Argentina informó que consultando a la doctora Annalisa Bilotta, del hospital internacional Salvator Mundis, opinó que, evidentemente la situación estacionaria del Papa, de 88 años, se ha deteriorado en forma grave. “Es serio porque la última frase del comunicado dice que ‘el pronóstico es reservado’, quiere decir que no se sabe bien cómo evoluciona la situación, que parece haberse agravado respecto de los días anteriores”, explicó.

“Se trata de una situación impredecible que debe ser monitoreada”, también indicó Bilotta, que precisó que una crisis respiratoria aguda significa falta de oxígeno.
“Evidentemente el Santo Padre no podía respirar y necesitaba una dosis muy grande de oxígeno, que le pusieron con flujos muy altos, es decir, a una cierta velocidad”, indicó. “Por otro lado, no especificaron el número de unidades de transfusión de sangre… Pero es claro que todo esto es resultado de los dos eventos patológicos que padece, que son, por un lado, la neumonía bilateral, y por otro, su bronquitis crónica”, añadió.
Fuentes del Vaticano intentaron bajar la alarma, destacando que, en verdad, ya ayer el cirujano Sergio Alfieri, en una conferencia de prensa para explicar la situación del pontífice, había dicho claramente que Francisco no estaba fuera de peligro y que, visto el cuadro complejo del Papa, que tiene una neumonía bilateral que se suma a la bronquitis, era muy probable que pudiera haber situaciones de descompensación.
Subrayaron, por otro lado, que las transfusiones de sangre tuvieron que ver con falta de plaquetas y que los especialistas no están hablando de sepsis. En la víspera, en efecto, cuando se le preguntó a los médicos del Papa cuál era su mayor temor, explicaron que el riesgo más importante para su paciente ilustre es una sepsis (septicemia), situación que podría darse si “los gérmenes que se encuentran en sus pulmones llegan a pasar a la sangre. Pero la situación que el Pontífice está atravesando no tiene que ver con esto, indicaron, al aclarar que, más allá de estas crisis, está siguiendo adelante con la terapia prevista -basada en diversos fármacos-, para superar las infecciones.
“Especulaciones inútiles”
La inquietud sobre la salud del papa fue en aumento tras la difusión de falsas informaciones en las redes sociales, sobre todo en X, que reportaban la muerte del papa en varios idiomas.
La hospitalización de Jorge Bergoglio, líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, avivó las especulaciones sobre su capacidad para continuar en el cargo, pese a que el derecho canónico no prevé ninguna disposición en caso de problema grave que alterase su lucidez.
También reavivan las especulaciones sobre una posible renuncia, alimentadas por los opositores a Francisco, sobre todo en los círculos conservadores católicos.
“Tengo la impresión de que se trata de especulaciones inútiles”, comentó el sábado el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y número dos del Vaticano, en una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera.
“Gracias a Dios, las noticias que llegan de Gemelli son alentadoras, se está recuperando”, añadió.
“No vale la pena que algunos grupos presionen para una renuncia. Ya lo han hecho varias veces en los últimos años” sin éxito, dijo al diario La Nación el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y muy cercano a Francisco.
“No veo clima de pre-cónclave, no veo más conversaciones sobre un posible sucesor que las que había un año atrás, es decir, nada especial. Hasta ahora percibo bastante respeto”, aseguró.
Numerosos fieles y religiosos se congregaron delante del hospital para rezar por la recuperación de Francisco, alrededor de la estatua de Juan Pablo II que se encuentra frente al edificio.
“Rezamos hoy por el Santo padre, el papa Francisco, y esperamos que se recupere en la gracia de Dios. Somos sacerdotes y monjas del mundo entero que estamos aquí hoy y nos dirigimos al Santo Padre con nuestras oraciones”, declaró a AFPT-TV Don Wellison, un sacerdote brasileño.
A pesar de los reiterados problemas de salud de los últimos años, el papa Francisco, conocido por su fuerza de carácter, ha mantenido una cargada agenda, aunque sus médicos insisten en que tendría que frenar un poco sus actividades.