Washington. El presidente estadounidense Donald Trump ordenó que los empleados de los programas de diversidad sean puestos en licencia administrativa remunerada antes del miércoles por la noche y criticó a la obispa de Washington por su sermón en favor de los migrantes y las personas transgénero.
Los empleados que trabajan en los programas de diversidad, clausurados por el republicano, permanecerán en licencia retribuida, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en la red social X.
La funcionaria confirmó un mensaje de la Oficina Federal de Gestión de Personal que solicita informar “a todos los empleados de las oficinas DEIA (Diversidad, Equidad, Inclusión y Accesibilidad) que están en licencia administrativa pagada con efecto inmediato”.
La administración “toma medidas para cerrar/terminar todas las iniciativas, oficinas y programas DEIA”, señala el mensaje, publicado en X el martes por la noche.
Además, Trump, quien este miércoles por la noche tiene prevista una entrevista en Fox News, solicitó la destitución de más de 1.000 funcionarios vinculados a la antigua administración demócrata.
El presidente también arremetió contra la obispa de Washington, Mariann Budde, por un sermón en el que habló sobre “el miedo” sembrado por Trump entre los migrantes y los miembros de la comunidad LGBTQ.
“Esta pseudoobispa (...) es una radical de izquierda que odia a Trump”, escribió a primeras horas del miércoles en su plataforma Truth Social.
“Tenía un tono desagradable y no fue convincente ni inteligente”, añadió el presidente, quien calificó el oficio religioso como “muy aburrido y poco inspirador”.
“No es muy buena en su trabajo. Ella y su iglesia deben una disculpa al público”, señaló.
Durante el servicio religioso en la Catedral Nacional de Washington, la obispa pidió a Trump, quien estaba sentado en la primera fila junto a su esposa Melania, que tenga “piedad”.
“La gran mayoría de los migrantes no son delincuentes”, le dijo, mientras el mandatario fruncía el ceño.
Poco después de asumir el cargo, Trump anunció decretos contra la migración clandestina y negó la existencia de personas transgénero.

“No alineadas”
Trump busca vengar lo que, según él, fue una “traición” en las elecciones de 2020, que llevaron al demócrata Joe Biden al poder.
Para ello, ordenó a su equipo “identificar activamente y destituir a más de 1.000 personas nombradas por la administración anterior”.
Son personas “que no están alineadas con nuestra visión”, precisó en Truth Social.
Trump aseguró que cuatro funcionarios ya habían sido “despedidos”. Entre ellos se encuentran el exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mark Milley, quien fungía como asesor, y la almirante Linda Fagan, designada por Joe Biden para dirigir la Guardia Costera de Estados Unidos.
La nueva administración también retiró la protección policial a John Bolton, exconsejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump, quien se ha convertido en uno de sus principales críticos.
El presidente defendió su decisión de indultar a 1.500 personas condenadas por el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, o de conmutar las penas de algunos de ellos. Según Trump, estas acciones buscan corregir lo que él considera una “persecución injusta”.