Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que espera imponer aranceles del 25% a sus socios comerciales, Canadá y México, a partir del 1.º de febrero, tras un discurso nacionalista al jurar el cargo.
Desde su victoria electoral en noviembre, Trump ha señalado tanto a aliados como a adversarios, planteando la posibilidad de nuevos aranceles con el fin de que otros países tomen medidas más estrictas respecto a las preocupaciones estadounidenses.
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Este lunes, Trump acusó a Canadá y México de no frenar la inmigración ilegal y el tráfico de narcóticos hacia Estados Unidos, dos de sus principales banderas políticas.
“Estamos pensando en términos del 25% a México y Canadá, pues están permitiendo un enorme número de personas. Canadá también abusa fuertemente: grandes cantidades de gente vienen, y el fentanilo llega”, expresó en un mensaje desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Antes de su regreso a la Casa Blanca, Trump había prometido imponer aranceles del 10% adicional a los productos chinos y del 25% a las importaciones canadienses y mexicanas si no tomaban más medidas contra la inmigración ilegal y el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos.
El republicano adelantó el lunes que preveía implementar dichos aranceles a partir del 1 de febrero.
México y Canadá son socios de Estados Unidos en el T-MEC, el acuerdo de libre comercio de América del Norte, firmado durante el primer mandato de Trump como sucesor del TLCAN.
“Voy a comenzar inmediatamente a reformar nuestro sistema de comercio para proteger a los trabajadores estadounidenses y a sus familias”, afirmó Trump más temprano.
“En lugar de poner impuestos a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, impondré aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, aseguró.
En su discurso en el Despacho Oval, Trump criticó también los desequilibrios comerciales con la Unión Europea (UE), afirmando que esta no importaba suficientes productos estadounidenses. Añadió que “resolvería esa situación” mediante aranceles o incentivando la compra de más petróleo y gas al bloque europeo.
Momentos antes, el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, anticipó que la UE está “dispuesta a defender sus intereses económicos” si fuera necesario.
Por su parte, la ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Mélanie Joly, señaló que Ottawa trabajaría para asegurarse de estar preparada frente a las políticas comerciales de Estados Unidos. El ministro de Finanzas canadiense, Dominic Leblanc, calificó como un error la posibilidad de que Washington implemente dichos aranceles.

“Eficiencia gubernamental”
Trump firmó el lunes una orden para investigar posibles prácticas desleales de comercio y manipulación de divisas que podrían derivar en futuras obligaciones comerciales.
El presidente pidió a las agencias que “recomendaran medidas apropiadas, como un arancel suplementario global u otras políticas”. Solicitó también una revisión del T-MEC, así como del pacto comercial con China, con el cual se resolvió una tregua en la anterior guerra arancelaria.
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Durante la campaña electoral, Trump planteó la posibilidad de imponer aranceles mucho más altos a las importaciones chinas. Sin embargo, el lunes evitó anunciar nuevos tributos aplicables a bienes importados adquiridos por compradores estadounidenses.
En su discurso, Trump reiteró su plan de crear un “Servicio de Ingresos Externos” para recaudar aranceles e impuestos a la importación, además de un “Departamento de Eficiencia Gubernamental” destinado a reducir el gasto público federal.
El designado como secretario de Comercio, Howard Lutnick, sugirió el lunes una alternativa a las barreras arancelarias para empresas extranjeras. “Lo único que pueden hacer es construir fábricas en Estados Unidos y contratar a estadounidenses con muy buenos salarios”, expresó Lutnick.
Trump firmó también una directiva que ordena a las agencias federales abordar la crisis del costo de vida y tomar medidas para reducir gastos esenciales, como el de la vivienda.
Consecuencias
Siendo naciones proveedoras clave de bienes a Estados Unidos, los expertos anticipan que los nuevos aranceles podrían tener un efecto inflacionario, una posibilidad que tanto Trump como sus asesores descartan.
Empresas estadounidenses, por otro lado, temen represalias de los países afectados, lo que podría dañar sus propias exportaciones. Según Mélanie Joly, los estadounidenses terminarán pagando un “arancel Trump” si se concretan estos aumentos, desatando “la mayor guerra comercial entre los dos países en décadas”.
Trump también amenazó con aranceles del 100% a los países del bloque BRICS si estos intentan desafiar el dominio del dólar estadounidense.
Uno de los principales asesores económicos de Trump, Stephen Moore, rechazó el impacto inflacionario de las medidas, argumentando que sería compensado por las reducciones de impuestos previstas por el gobierno.
“Los productos fabricados en Estados Unidos tendrán menos impuestos, mientras que los provenientes de China tendrán más. Aunque podría haber aumentos de precios, no serán significativos”, señaló Moore en una entrevista con la AFP.