Estados Unidos suspendió este viernes la ayuda a Sudáfrica, luego de que el presidente Donald Trump acusara al gobierno de confiscar tierras a granjeros blancos sin compensación. La medida responde a una nueva ley firmada por el mandatario sudafricano Cyril Ramaphosa, que permite la expropiación de tierras.
Origen del conflicto: la ley de expropiación
Ramaphosa firmó el mes pasado una ley que estipula que el gobierno puede, en algunas circunstancias, ofrecer “cero compensación” por las propiedades que decida confiscar por razones de interés público.
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La oposición conservadora, incluidos influyentes empresarios como Elon Musk, nacido en Sudáfrica, calificaron la ley como una medida discriminatoria.
“Sudáfrica está confiscando tierras y tratando MUY MAL a ciertas clases de personas”, escribió Trump en Truth Social. “Cortaré toda financiación futura a Sudáfrica hasta que se haya completado una investigación completa de esta situación”, agregó el mandatario.

El gobierno sudafricano rechazó las acusaciones y denunció una campaña de desinformación promovida desde Washington. Enfatizaron que la ley no permite la expropiación arbitraria y que primero debe intentarse un acuerdo con el propietario antes de cualquier decisión gubernamental.
El presidente Ramaphosa se pronunció en un discurso ante el Parlamento: “No nos dejaremos intimidar. Como sudafricanos, somos un pueblo resiliente y no nos dejaremos desanimar por estas amenazas”. En su intervención, Ramaphosa también se refirió a lo que calificó como “el aumento del nacionalismo, del proteccionismo y la persecución de intereses de seguridad” en la política global, sin mencionar a Estados Unidos.
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Escalada diplomática
La decisión de Trump también generó reacciones en otros niveles del gobierno estadounidense. El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que no asistirá a la reunión de cancilleres del G20 en Johannesburgo, argumentando que Sudáfrica mantiene una “agenda antiestadounidense”.
La Casa Blanca también señaló que recibirá a los “granjeros sudafricanos perseguidos” que deseen emigrar a Estados Unidos. “Los granjeros sudafricanos y otras víctimas inocentes que son apuntadas únicamente por su raza serán bienvenidos”, declaró Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado.
Por su parte, el gobierno sudafricano reiteró su postura mediante un comunicado oficial: “Estamos preocupados por lo que parece una campaña de desinformación y propaganda. La base de esta decisión es inexacta y no reconoce la historia profunda y dolorosa de Sudáfrica en materia de colonialismo y apartheid”.

¿Por qué Sudáfrica tiene tensiones internas?
La propiedad de la tierra es un tema de debate en Sudáfrica desde el fin del apartheid en 1994. La mayor parte de los terrenos agrícolas sigue en manos de la minoría blanca, lo que generó presión sobre el gobierno para implementar reformas que garanticen una distribución equitativa.
La medida de Trump también responde a otros desacuerdos con Sudáfrica, como su relación con Irán y su acusación de genocidio contra Israel por la guerra en Gaza. Este país califica la postura de Washington como “inexacta y desinformada”, enfatizando la necesidad de un diálogo diplomático.
La tensión entre ambas naciones podría tener repercusiones en las relaciones comerciales y diplomáticas a futuro. El presidente sudafricano enfatizó que su país continuará con sus políticas internas sin presiones externas: “No permitiremos que nos dicten cómo gestionar nuestra propia historia y nuestro futuro”.
Por su parte, Trump insistió en su postura: “Estados Unidos no apoyará a un gobierno que promueva la discriminación racial a través de medidas políticas injustas”. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca el desarrollo de esta disputa, que podría influir en las relaciones internacionales de ambos países en los próximos meses.

