Jerusalén, AFP. -El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó el viernes que el movimiento islamista palestino Hamás “quiere morir”, después de acusarlo de rechazar un acuerdo de alto el fuego en la devastada Franja de Gaza, donde oenegés internacionales alertan del aumento de desnutrición infantil tras más de 21 meses de guerra.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció tras el fracaso de negociaciones que está “estudiando otras opciones para traer de vuelta” a los rehenes y “poner fin al régimen terrorista de Hamás”. Por su parte, el movimiento islamista acusó al enviado estadounidense, Steve Witkoff, de tergiversar la realidad para apoyar “la posición israelí”.
Mientras tanto, los bombardeos israelíes sobre Gaza continuaron y la Defensa Civil local informó de 28 muertos el viernes en el territorio palestino, asolado por la guerra que desencadenó el ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023.

“Hamás realmente no quería alcanzar un acuerdo. Creo que quieren morir. Y es muy, muy grave”, declaró Trump.
Su enviado, Witkoff, confirmó el jueves el fracaso de las negociaciones celebradas durante más de dos semanas en Doha entre Israel y Hamás, con la mediación de Catar, Estados Unidos y Egipto. Al igual que Netanyahu, retiró a sus negociadores y puso en duda la buena fe de Hamás.
“Witkoff acertó. Hamás es el obstáculo para un acuerdo de liberación de los rehenes”, declaró el dirigente israelí en un comunicado.
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Lanzamiento de ayuda
“Las declaraciones negativas del enviado estadounidense Witkoff contradicen por completo el contexto en el que se desarrolló el último ciclo de negociaciones, y él lo sabe perfectamente”, afirmó a la AFP Basem Naim, un alto cargo político de Hamás.
Hamás indicó el jueves que había respondido a una oferta de tregua de 60 días acompañada de un intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, proponiendo enmiendas sobre la entrada de ayuda humanitaria, el retiro del ejército israelí y garantías sobre el fin de la guerra.
Israel, que se niega a dar tales garantías, quiere desmantelar el movimiento, expulsarlo de Gaza y tomar el control del territorio, gobernado por Hamás desde 2007.
A principios de marzo, Israel prohibió la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, antes de autorizar a finales de mayo el envío de cantidades muy limitadas, lo que provocó una grave escasez de alimentos, medicamentos y combustible, y suscitó fuerte críticas.
Más de 100 organizaciones humanitarias alertaron esta semana que el “hambre masiva” se propaga en la Franja de Gaza, pero Israel negó ser responsable.
Un funcionario israelí afirmó que “las entregas aéreas de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza se reanudarán en los próximos días”.
Algunos países ya lanzaron ayuda sobre Gaza a principios de 2024, pero la ONU indicó entonces que la vía aérea no puede sustituir a las rutas terrestres.

“Falta de humanidad”
La oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este viernes que un cuarto de los niños de seis meses a cinco años y de las mujeres embarazadas y lactantes atendidos la semana pasada en sus instalaciones en Gaza padecen desnutrición.
“Casi una de cada tres personas no come en varios días”, afirmó el Programa Mundial de Alimentos, mientras que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) indicó que “la hambruna comienza a instalarse silenciosamente en Gaza”.
La guerra en Gaza estalló cuando combatientes islamistas atacaron el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 y mataron a 1.219 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales.
También secuestraron a 251 personas, de las cuales 49 siguen cautivas en Gaza. De estas, 27 habrían fallecido, según el ejército israelí.
En respuesta, Israel inició una campaña militar que ha matado a 59.676 palestinos, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, considerados fiables por la ONU.
