Moscú/Washington. AFP El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció este jueves la veracidad de los Papeles de Panamá, en los que aparecen citadas personas muy cercanas a él, pero dijo que no revelaban nada ilegal.
A su vez, acusó a Estados Unidos de estar detrás de estas “provocaciones”.
“Aunque parezca extraño, esta información es fiable. Pero uno tiene la impresión de que no procede de periodistas sino de juristas”, dijo Putin en una sesión de preguntas y respuestas retransmitida por televisión.
“En concreto, no acusan a nadie de nada”, afirmó.
Según Putin, esta investigación que ha revelado la existencia de miles de sociedades en paraísos fiscales a nombre de políticos y personalidades de todo el mundo, solo intenta crear “confusión” sobre las actividades de sus amigos, dando a entender que “benefician al presidente”.
Según el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que obtuvo documentos filtrados del gabinete de abogados panameño Mossack Fonseca, varias personas cercanas a Putin, entre ellas el violinista Serguéi Rolduguin, escondieron en el extranjero cerca de $2.000 millones.
‘Provocaciones’. “¿Quién hace estas provocaciones? Sabemos que se trata de organizaciones oficiales estadounidenses”, dijo Putin, y destacó que el periódico alemán Süddeutsche Zeitung , el primero en recibir los documentos filtrados, “pertenece a un holding de medios del consorcio financiero estadounidense Goldman Sachs”.
Por su parte, Panamá dijo este jueves, tras la propuesta de cinco países europeos de hacer una lista negra sobre evasión fiscal, que está dispuesto a dialogar con la comunidad internacional y realizar reformas internas para combatir el blanqueo de capitales.
“El camino de Panamá hacia una mayor transparencia internacional es irreversible. En este sentido, estamos en disposición de apoyar activamente diálogos diplomáticos y reformas internas para abordar este reto global”, dijo la Cancillería en un comunicado.
España, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia pidieron este mismo jueves al G20 (el grupo de las mayores economías del mundo) crear una lista negra de paraísos fiscales y sancionar a los países que no colaboren, en una primera respuesta coordinada tras el escándalo de los Papeles de Panamá.
Estos países exhortaron a acabar con el secretismo de compañías constituidas en paraísos fiscales con fines de evasión de impuestos o lavado de dinero.
Billones de dólares. En otra reacción a las revelaciones de los también llamados Panama Papers , una ONG denunció en Washington que las 50 mayores empresas de Estados Unidos, entre ellas Apple, General Electric y Microsoft, depositaron alrededor de $1,4 billones entre los años 2008 y 2014 en paraísos fiscales para reducir sus impuestos.
Según afirma un estudio de Oxfam-USA, el dinero transitó por una red “opaca y secreta” de 1.600 filiales ubicadas en paraísos fiscales.
Durante este periodo (2008- 2014), varias de esas 50 empresas estuvieron, sin embargo, entre las “principales beneficiadas por el apoyo de los contribuyentes” estadounidenses, al haber recibido $11 billones en fondos públicos en garantías sobre préstamos o ayudas federales directas, indica el informe.
“Las inmensas sumas amasadas por las grandes compañías en paraísos fiscales deberían ser utilizadas para combatir la pobreza y reconstruir la infraestructura en Estados Unidos y no ser disimuladas en centros offshore , afirmó Raymond Offenheiser, presidente de Oxfam America.