
Mientras la guerra entre Rusia y Ucrania continúa, una investigación periodística reveló una estrategia inusual del Kremlin: utilizar a niños y adolescentes para diseñar y probar drones militares mediante videojuegos.
El medio The Insider, publicó un reporte replicado por The Guardian, donde se expone una red estatal con respaldo oficial. Esta red utiliza videojuegos, clubes y competiciones para captar a cientos de miles de jóvenes con habilidades tecnológicas. El objetivo es incorporarlos a empresas rusas que colaboran con el desarrollo armamentista del país.
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La estrategia gira en torno a Berloga (“Guarida del Oso”), una plataforma financiada por el Estado ruso. En ella se promueven videojuegos con un alto contenido de patriotismo y enseñanzas técnicas orientadas al diseño de sistemas defensivos.
Uno de los videojuegos más utilizados presenta un grupo de osos inteligentes que deben defenderse del ataque de abejas cibernéticas. Para lograrlo, usan drones que pueden mejorarse con nuevas tecnologías. El juego también incluye simuladores para aprender a pilotear vehículos aéreos no tripulados y ejecutar misiones de precisión en mapas virtuales.
El programa ofrece incentivos concretos a los jugadores más destacados. Estos incluyen puntos adicionales en exámenes escolares, becas universitarias, prácticas profesionales y acceso a programas militares. Quienes avanzan en los niveles más altos reciben ofertas de empleo en empresas de defensa, muchas de ellas sancionadas a nivel internacional.
Según la investigación, el presidente Vladimir Putin aprobó personalmente el lanzamiento de Berloga en 2022, y desde entonces ha recibido apoyo institucional.
Los reporteros de The Insider se infiltraron en el proyecto y contactaron a menores involucrados. La investigación subrayó que “en la mayoría de los casos, los jóvenes son plenamente conscientes de la labor militar que desempeñan”.
Uno de los casos más notorios es el de Vladislav, de 16 años, quien “construye vehículos aéreos no tripulados (UAV) que el ejército ruso utiliza para probar sistemas de guerra electrónica”.
También se mencionó a Sasha, de 13 años, quien “enseña a los soldados a pilotar drones y desarrolla equipos para las tropas en primera línea”. Maksim, de 17, “ha recibido una oferta de trabajo de un laboratorio que presta servicio a la ‘operación militar especial’”, según detalla la publicación.
Uno de los entrevistados afirmó que las autoridades les prohibieron mencionar que el programa tenía fines bélicos, ya que se presentaba como una iniciativa dirigida a menores.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
